Miles de peruanos provenientes de distintos rincones del país y de la capital se congregaron este sábado en el centro histórico de Lima, en una nueva marcha antigubernamental en la que se produjeron de nuevo enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden.
La marcha comenzó alrededor de las 4:00 pm desde la céntrica plaza Dos de Mayo, hasta donde llegaron varios grupos de manifestantes, algunos de los cuales habían partido en la mañana de diversos barrios de la periferia de la capital.
Ataviados con banderas nacionales, algunas de ellas con franjas negras en lugar de rojas en señal de duelo, y con escudos y cascos de protección los de primera línea, los manifestantes recorrieron las principales calles del centro de Lima con cánticos y pancartas que exigían la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el adelanto de elecciones a 2023 y la convocatoria a una asamblea constituyente.
Como viene siendo habitual, la multitud recorrió las avenidas Alfonso Ugarte, Bolognesi y Grau hasta llegar a la Abancay, que conduce hasta el Congreso y estaba resguardada por un fuerte contingente policial que impidió el pase de los manifestantes.
Durante las primeras horas, la marcha se desarrolló de manera pacífica y sin incidentes, a diferencia de la convocatoria del sábado pasado, cuando se produjo la última muerte de un manifestante en enfrentamientos con las fuerzas del orden en Lima, la primera víctima mortal de las protestas en la capital.
Alrededor de las 7:00 pm, sin embargo, la Policía empezó a arrojar gases lacrimógenos para hacer retroceder de algunos cruces a los manifestantes, quienes lanzaban piedras y artefactos pirotécnicos contra los agentes.
En otros puntos del país, la Defensoría del Pueblo registró movilizaciones y bloqueos de vías en 24 provincias, lo que equivale al 12,2 % del territorio nacional.
Las protestas en Perú comenzaron en diciembre pasado, después de que Boluarte asumiera la Presidencia por sucesión constitucional, tras la destitución de Pedro Castillo por intentar cerrar el Legislativo, intervenir en la judicatura y gobernar por decreto.
Desde entonces, según datos de la Defensoría del Pueblo, 47 manifestantes que participaban en las protestas fallecieron fruto de enfrentamientos, mientras que un policía murió tras ser quemado vivo por una turba.
A estas víctimas, se suman once decesos en sucesos relacionados con los bloqueos de carreteras, según datos de la Defensoría, y una mujer que murió en la norteña región de La Libertad, confirmada por la Policía.
Asimismo, la presidenta Boluarte anunció la muerte de otro paciente que necesitaba llegar a Lima pero quedó retenido en los bloqueos y a ellos se suman siete haitianos cuya muerte ha sido confirmada por Acnur y un bebé nonato confirmado por Unicef.