Potenciar las políticas de protección y reinserción es de gran importancia a la hora de ayudar a los emigrantes en el extranjero al retornar a República Dominicana, según un informe que aparece en la revista Estudios Migratorios divulgada este jueves.
En su artículo «Diáspora dominicana: una política pública priorizada», el viceministro de Planificación e Inversión Publica del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, Luis Madera Sued, destaca el reto que supone proteger a los migrantes cuando vuelven al país e, incluso, antes de su regreso impartiéndoles en el exterior jornadas formativas sobre emprendimiento.
Hace especial hincapié en la creación de «un espacio informativo sobre los requerimientos formales de la educación en el país, así como el desarrollo de facilidades para la obtención de los documentos necesarios que permitan la inserción en la escuela de los hijos de retornados».
También es importante profundizar en el estudio de la población que regresa y no logra establecerse en el país.
Según el autor, la protección de los emigrantes es un reto tanto en el lugar de destino (asistencia de los servicios consulares) como en el de origen.
Esto cobra especial relevancia cuando, de acuerdo con datos del Latinobarómetro,más de la mitad de los dominicanos se iría a otro país.
De hecho, República Dominicana ha dejado de ser importador de mano de obra a exportador y, según estudios de 2019, presenta una relación 3-1: por cada tres dominicanos que salen del país llega un extranjero.
Además, añade el artículo, se ha producido una feminización de la emigración en la mayoría de países de destino.
En el exterior residen más de 2,5 millones de dominicanos, en especial en Estados Unidos, España y Puerto Rico, por este orden.
En Estados Unido, los primeros flujos de emigrantes comenzaron en 1930 y de ahí fueron en aumento, hasta el punto de que República Dominicana es el quinto país con mayor presencia tras México, Puerto Rico, El Salvador y Cuba y en un 54 por ciento son mujeres.
En España (61 % de mujeres emigrantes) este movimiento es un fenómeno «relativamente joven», en especial tras recrudecerse las leyes migratorias en Estados Unidos, para de 2001 a 2011 registrarse un crecimiento del 275.5 por ciento, con Madrid y Barcelona como principales destinos.
Tras Estados Unidos, España y Puerto Rico, los países que reciban más dominicanos son Curao, Aruba, San Martín, Panamá, Venezuela y Argentina Antillas Menores, Costa Rica y México. En Europa, después de España, Italia, Alemania, Suiza, Holanda, Francia, Austria, Reino Unido y Bélgica, al margen de los emigrantes que están en Filipinas, Namibia y Nueva Zelanda.
Ello repercute en gran medida en la economía: conforme a datos del Banco Central, República Dominicana recibió remesas por valor de 9.856,5 millones de dólares durante 2022, un 84,4 % de las cuales se envió desde Estados Unidos