Tras una reunión para evaluar los avances del acuerdo de libre comercio entre Canadá, EE.UU. y México, conocido como T-MEC, los países informaron que próximamente restringirán la importación de productos fabricados mediante trabajo forzado.
«Abordamos pasos concretos para garantizar que la prohibición de la importación de mercancías producidas con trabajo forzoso del Tratado pronto se implementará en toda América del Norte», anunciaron las partes en un comunicado conjunto emitido el jueves.
Los autodenominados ‘tres amigos’ confíaron que esta medida común contribuirá al objetivo de erradicar el trabajo esclavo del sistema de comercio mundial, durante el segundo encuentro trilateral entre los Subsecretarios.
Además de abordar el empleo forzado, las partes discutieron los planes para fomentar la competitividad regional, así como acciones para incentivar la cooperación en situaciones de emergencia y en el surgimiento de problemas relativos al flujo comercial.
Asimismo, celebraron el anuncio de un próximo estudio sobre el desarrollo de la fuerza laboral en la región y un futuro taller sobre comercio inclusivo, auspiciado por el Gobierno de Canadá.
Los socios también discutieron los acuerdos alcanzados en la décima Cumbre de Líderes de América del Norte, llevada a cabo el 9 de enero en la Ciudad de México, y se comprometieron a seguir desarrollando la agenda trilateral para atraer más inversión a la región y proteger al medio ambiente.
Panorama mundial del trabajo forzado
Las más recientes estimaciones de la Organización Mundial del Trabajo (OMT) revelan que alrededor de todo el mundo 28 millones de personas realizaron trabajos forzados durante 2021. De esta cifra, el 23 % fue explotada sexualmente, mientras que el resto fue obligado a participar en otro tipo de actividad.
A nivel regional, el 55 % del trabajo forzado se concentró en países de Asia y el Pacífico, mientras que la mayor prevalencia por cada 1.000 habitantes dominó en las naciones árabes.
Dentro de Norteamérica, México tiene la mayor prevalencia de ciudadanos viviendo en esclavitud moderna, con una tasa de 2,71 personas por cada 1.000 habitantes. En tanto que EE.UU. y Canadá tienen una incidencia de 1,26 y 0,48 personas, respectivamente, de acuerdo con las cifras más recientes del Índice Mundial de Esclavitud.