El Covid trajo para quedarse el trabajo desde casa. Durante la pandemia cientos de compañías dieron el paso definitivo para que sus trabajadores pudieran trabajar en remoto, cambiando gran parte de lo que hasta entonces había sido una jornada laboral. Esto también ha traído cambios en las propias parejas. ¿Qué ocurre con aquellas donde los dos trabajan en el hogar?
Bajo esta premisa, un estudio reciente realizado por investigadores de EE. UU. y China quiso averiguar si existían diferencias en la experiencia de mezclar las necesidades domésticas con las tareas profesionales entre parejas casadas, focalizándose en las tareas del hogar y el tiempo en familia, incluidos los tipos de tareas que se pueden realizar cuando se trabaja desde casa, como lavar o pasar la aspiradora, y la dedicación a responsabilidades como los niños, ya sea para la siesta o la merienda.
De hecho, el estudio explica que todos sentían que hacían más cosas en la casa cuando trabajaban solos desde casa. Cuando las parejas vivían y trabajaban juntas en casa, los hombres generalmente completaban menos tareas domésticas. Además, para las mujeres, tener a su marido en casa durante las horas de trabajo no aligeraba su carga doméstica.
En los dos países donde se realizó el estudio, las esposas informaron que se sentían más culpables por no poder realizar las tareas del hogar y pasar más tiempo con sus familias cuando se les pedía que hicieran más trabajo en la oficina. Sin embargo, para los esposos, esta culpa reportada solo fue perceptible en los datos de Corea del Sur.
Otro dato curioso que encontraron es que la flexibilidad cambiaba las formas. Cuando los maridos tenían configuraciones de trabajo flexibles, las esposas hacían más de su trabajo profesional mientras trabajaban en casa, y cuando las esposas tenían flexibilidad en el trabajo, los esposos completaban más tareas domésticas cuando trabajaban en casa. Según Hu:
Estos hallazgos sugieren que los esposos podrían ayudar a las esposas que trabajan a distancia cuando tienen horarios de trabajo más flexibles y hacer más tareas familiares cuando sus esposas tienen horarios de trabajo más rígidos.
Por último, tanto hombres como mujeres se sentían más culpables por su trabajo y una mayor sensación de conflicto entre el hogar y la vida laboral, porque realizaban más tareas relacionadas con el hogar mientras trabajaban desde casa.