De comer pasteles a fiestas en centros nocturnos: los pasatiempos favoritos de Ovidio Guzmán en la CDMX

Durante su estancia en la capital del país, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán estuvo a punto de ser asesinado por un grupo de sicarios en una plaza comercial en 2021.

Luego del llamado “Culiacanazo” en 2019 -día en que Ovidio Guzmán fue detenido y posteriormente liberado en Culiacán, Sinaloa, por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador- el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán viajó de manera regular a la Ciudad de México, donde se paseaba libremente por las calles de las zonas más exclusivas de la capital y comía en reconocidos restaurantes.

A pesar de que era uno de los objetivos prioritarios del Ejército mexicano y las autoridades de Estados Unidos ofrecían una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a su arresto, Ovidio optó por trasladarse a la capital del país para resguardarse y, al mismo tiempo, difrutar de algunos de sus pasatiempos favoritos.

Luego del 17 de octubre de 2019, “Los Chapitos” -una de las facciones del Cártel de Sinaloa- buscaron la manera de asentarse en la CDMX para llevar a cabo sus actividades delictivas, debido a que la consideraban como un importante centro financiero. Lo anterior según informes de la Secretaría de Marina (Semar) retomados por el periodista David Fuentes.

Ovidio radicaba cerca de Culiacán, pero vivió durante seis meses en la Ciudad de México en 2021. Aunque era buscado por las autoridades, caminaba por calles de la colonia Roma, la Condesa, Nápoles y Santa Fé, zonas que cuentan con una diversidad de servicios y donde habitan las personas con un alto poder adquisitivo.

El pasatiempo favorito de Ovidio

Durante su estancia en la capital, El Ratón -como también es conocido el hijo de El Chapo– era custodiado las 24 horas del día por guardaespaldas que siempre cargaban una pistola 9 milímetros. Además, contaba con un par de vehículos a su disposición: una camioneta Mercedes Benz y otra Land Rover, ambas blindadas, las cuales lo trasladaban a sus lugares predilectos.

Más allá de salir de fiesta en centros nocturnos (no se detallaron cuáles), a Ovidio Guzmán también le gustaba acudir a plazas comerciales, donde gastaba cientos de miles de pesos en Palacio de Hierro y en artículos de marcas de lujo, como Gucci. Sin embargo, su actividad predilecta era ir a Parque Delta, ubicada en la alcaldía Benito Juárez, para degustar de unos peculiares pastelillos, señaló el analista de seguridad, Antonio Nieto, en una columna de opinión.

De acuerdo con los informes de la Marina, El Ratón solía acudir a Parque Delta, ingresaba al restauranteThe Cheescake Factory -localizado en la planta baja- y pedía un pastel y una malteada. Los jueves de cada semana hacía lo mismo. Pero lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió en un hábito que fue descubiero por integrantes de grupos contrarios que lo tenían bajo la mira.

Durante ese tiempo, elementos de la Marina vigilaban a Ovidio en el hotel Vermont y sabían de sus actividades. Pero la verdadera amenaza para el hijo de El Chapo no eran las autoridades, sino un grupo de sicarios que fue contratado para asesinarlo.