El encuentro acapara la atención de varios actores internacionales, especialmente de EE.UU., que no quiere perder su influencia en la región.
Este viernes se celebrará en Riad, la capital de Arabia Saudita, la primera cumbre chino-árabe que, según Pekín, «marcará una época en la historia del desarrollo de las relaciones» entre el gigante asiático y los países del golfo Pérsico, entre los que se cuentan, aparte del reino, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Baréin, Kuwait y Omán.
El encuentro, que varios actores internacionales observan con atención y cierta preocupación, empezando por EE.UU., busca «fortalecer la solidaridad y la coordinación en las actuales circunstancias», declarò la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning.
China es el mayor socio comercial de los países árabes. En 2021, el volumen de sus intercambios comerciales superó los 300.000 millones de dólares, lo que supone un aumento de más de un tercio respecto al año anterior, de acuerdo con los datos citados por Global Times. El medio detalla que esta cooperación se extiende desde los campos de la energía y la agricultura hasta la economía digital y el uso pacífico de la energía nuclear, destacando que la cumbre llevará esa colaboración a un nivel completamente nuevo.
Así, está previsto que Riad y Pekín sellen una serie de acuerdos por valor de más de 110.000 millones de riales (29.250 millones de dólares), según adelantó la agencia oficial saudí, que comunicó este jueves sobre la firma de 34 acuerdos de inversión entre las empresas de ambas naciones en los ámbitos de la energía verde, transporte, logística y construcción, entre otros. RT EN ESPAÑOL