A pesar de que el empleo se ha ido recuperando, el mercado laboral sigue presentando un alto nivel de informalidad, lo cual genera y profundiza desigualdades, informó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Asimismo, indica que tras casi tres años de haber iniciado la pandemia, en América Latina y el Caribe solo se ha constatado una recuperación parcial del empleo y aún se registran indicadores inferiores a los exhibidos antes de la pandemia.
“La recuperación del empleo ha sido lenta, incompleta y asimétrica, al tiempo que ha estado caracterizada por un rezago en los niveles de ocupación en comparación con la recuperación de la actividad económica y una mantención de las desigualdades estructurales, en particular, entre las mujeres y las personas jóvenes”, puntualiza el informe.
Destaca que este crecimiento estuvo acompañado de un aumento significativo de la tasa de ocupación y una caída de la tasa de desocupación, aunque con diferentes intensidades en cada país.
Revela que la expansión de la demanda laboral impactó en forma directa en el ingreso de los hogares, y se registraron tasas de crecimiento del ingreso de los empleos superiores al 10% en Argentina, Costa Rica y Perú.
No obstante, en un contexto de desaceleración de la creación de empleo en la mayoría de los países de la región, las cifras del primer trimestre de 2022 para 14 países de América Latina y el Caribe mostraron una tasa de ocupación total del 56,2%, todavía inferior a la de 2019.
Por otra parte, en el mismo periodo y para el mismo grupo de países, la tasa de participación total también mostró signos parciales de recuperación y llegó al 62,4%, alrededor de un punto porcentual por debajo del nivel de 2019.
La Cepal especifica que la recuperación parcial del empleo se ha producido mayoritariamente en condiciones de informalidad, ya que esta modalidad de empleo representa alrededor del 70% de la creación neta de puestos de trabajo en varios países de la región (OIT, 2021).
Además, establece que la restitución del empleo desde la informalidad da cuenta, a largo plazo, de una vulnerabilidad elevada respecto del riesgo a caer en la pobreza o frente a los embates de la inflación, asociada a la falta de acceso a mecanismos de protección social y una alta precariedad laboral.
La recuperación y el fortalecimiento de los sistemas educativos tendrán un rol primordial en la transformación del contexto actual, marcado por profundas desigualdades estructurales y brechas en el acceso a la protección social, para avanzar hacia una inclusión laboral.
Según la Cepal, los datos disponibles hasta el cierre del informe Panorama Sectorial mostró que las remuneraciones reales han caído en varios países, pero que también ha crecido el número de personas ocupadas.