Francia decretó este jueves el confinamiento de las aves en todas las explotaciones del país ante el incremento de los focos de gripe aviar, así como otras medidas para evitar una mayor propagación de esta epidemia que se ha intentado regular con el sacrificio de 770.000 animales desde el verano.
En un comunicado, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, anunció que ha decidido elevar el nivel de riesgo por la gripe aviar de “moderado” a “elevado”, lo que implica también la prohibición de cualquier concentración de aves y la obligación de que los camiones que transporten a palmípedos de más de tres días vayan cubiertos por lonas.
Otras restricciones se refieren a las actividades de caza, en particular limitaciones para el transporte de animales utilizados como cebo o los movimientos de animales de pluma. Las aves que no puedan estar confinadas en los zoológicos tendrán que ser vacunadas.
Igualmente quedan prohibidas las competiciones de palomos mensajeras que tengan salida o llegada en el territorio francés hasta el 31 de marzo de 2023.
En el último recuento hecho por su departamento el pasado martes, se tenía constancia de 49 focos en explotaciones y se había constatado también una progresión de la epidemia en corrales y en la fauna silvestre.
“En un contexto marcado por una persistencia inédita del virus en el medio ambiente y una fuerte actividad migratoria de pájaros salvajes, es esencial reforzar las medidas de prevención para evitar la contaminación de las granjas avícolas”, subrayó el Ministerio.
En su comunicado, el Ministerio de Agricultura recordó que la gripe aviar no presenta riesgo para las personas que coman carne, fuagrás o huevos y, más en general, cualquier producto alimentario derivado de las aves.