El G7 instó hoy a Rusia a extender el acuerdo para el transporte de cereales a través del corredor del Mar Negro, así como a garantizar su continuidad, tras haber quedado suspendido durante varios días por decisión del Kremlin.
Los ministros de Asuntos de Exteriores del grupo de las siete potencias industriales, reunidos en Münster (oeste de Alemania) consideran «crucial» el mantenimiento de esos suministros y alertan de las repercusiones a escala mundial que tendría una nueva interrupción.
La cuestión forma parte de la agenda de la segunda jornada de la reunión ministerial, en la que asimismo se abordará la lucha contra la hambruna en África con representantes de ese continente.
«La guerra arrastra a la población que sufre la hambruna a una situación aún más desesperada. Tenemos que crear estrategias para demostrar claramente de qué lado estamos», afirmó el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, en declaraciones a la televisión pública alemana WDR.
Ya ayer, la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, había anunciado un plan de acción coordinado para Ucrania entre los países del G7 -Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Italia y Francia, junto a Alemania, que ejerce la presidencia de turno-.
Antes de la nueva sesión plenaria de hoy, tuvo lugar una reunión en formato reducido a cuatro miembros -Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido- en que se abordaron los temas considerados «más sensibles».
A esta reunión siguió una bilateral entre Baerbock y el nuevo titular de Exteriores italiano, Antonio Tajani, del partido Forza Italia, para reanudar a continuación las deliberaciones entre los siete miembros, además del alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.
El tema dominante de la reunión en Münster es la guerra en Ucrania ante la escalada de ataques rusos a infraestructuras críticas e instalaciones energéticas de ese país, así como las amenazas de Moscú respecto al armamento nuclear.