Más de la mitad (el 57.54 %) de los migrantes venezolanos en la República Dominicana cuenta con títulos de nivel terciario o superior según los datos del “Estudio de impacto económico de la migración venezolana en la República Dominicana: realidad vs. potencial”.
Esto los convierte en un sector poblacional que puede “ser muy productivo” y “se encuentra capacitado” para insertarse en el ámbito laboral de forma efectiva, se destacó en el documento, elaborado por Equilibrium Social Development Consulting, y por encargo de las cámaras de Empresarios Venezolanos en el Exterior (Cavex) y la de Empresarios Panameña Venezolana (Cepaven).
A pesar de esta preparación, los migrantes se encuentran con barreras para el ejercicio profesional de su carrera. Como base, está la falta de documentación migratoria, que a su vez limita para acceder a un empleo formal, al sistema financiero y a servicios estatales.
“La regularización migratoria es la base legal mínima que se requiere para formalizar el proceso de inserción de la persona migrante”, se afirmó en el estudio. Algunas de las dificultades en cuanto a la regularización son su costo, duración y tener que trasladarse a la capital para realizar trámites. En algunos casos se reporta no poseer los documentos necesarios para realizar el proceso.
Otro obstáculo que impide el ejercicio profesional de los venezolanos, pero ya estando en plena capacidad de realizar ciertos tipos de trabajos, es poder convalidar los títulos, principalmente por costos, tiempos y documentación requerida.
Otra barrera identificada es «el porcentaje limitativo de contratación de mano de obra extranjera», la falta de redes de apoyo para conectar la oferta laboral migrante disponible con el sector privado y aún en ocasiones la regularización para poder acceder a los beneficios que otorgan los empleos formales.
Acciones del país
La República Dominicana adoptó medidas de facilitación de trámites y de procedimientos burocráticos, de subsidio de costos y de aceptación de documentos vencidos para permitir el acceso a una visa y luego a un carnet de normalización (o regularización) que permita a los venezolanos acceder a los beneficios que por ley les corresponde como estudiantes y trabajadores temporeros.
Sin embargo, se consideró que todavía queda trabajo en cuanto a la información sobre el Plan de Normalización de Venezolanos (PNV) en todos los niveles. “… ya que para que una verdadera integración socio-económica suceda a partir de ella, debe ser apoyado e impulsado desde todos los distintos sectores para que el impacto de la población migrante venezolana no solo continúe siendo positivo, sino para que sirva para potenciar su capital humano”, señaló.
Datos del nivel educativo
Los migrantes venezolanos reportaron tener, en su mayoría, un curso superior completo (40.15 %), seguido de educación media (18.80 %) y un curso técnico superior completo (17.39 %).
La información proporcionada por la población encuestada muestra que las diferencias entre los niveles educativos alcanzados por hombres y mujeres es reducida. En cuanto al nivel superior completo, los hombres tienen un 39.41 % y las mujeres 40.90 %, en el nivel técnico superior completo los hombres tienen un 17.47 % y las mujeres un 17.31 %.
El perfil profesional
En cuanto al perfil profesional, hay una variedad de carreras estudiadas por los venezolanos que están en la República Dominicana. Las más populares son Docencia y Educación (17.96 %), Administración (15.92 %) y Derecho (7.38 %).
Del total de personas que cuentan con estudios superiores, un 42.21 % ejerce su profesión y solo el 4.92% ha podido convalidar su título en República Dominicana, según el estudio financiado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia Internacional de Cooperación y Desarrollo Sueca, con apoyo de la Cámara Dominico-Venezolana (Cadoven).
Del grupo de profesionales que no ejercen su profesión, el 61.48 % son mujeres y en su mayoría tienen edades comprendidas entre 30 y 40 años. En el caso de los hombres el 53.97 % no ejerce su profesión y en su mayoría tienen edades comprendidas entre 30 y 40 años.
“Esto refleja que a pesar que las mujeres tienen un nivel educativo afín al de los hombres estas presentan mayores dificultades para acceder al mercado laboral ejerciendo su profesión”, afirmó.