Frijoles, garbanzos u otras legumbres se dejan en remojo, principalmente para que se cocinen más rápido, pero esta no es la única razón. ¡Aquí las enumeramos!
Reduce su contenido en fitato: esto es lo que hace que el tiempo de cocción sea menor. Además, elimina algunos de los oligosacáridos que pueden causar molestias intestinales y flatulencias.
Ayuda a la digestión: además, mejora la absorción de sus nutrientes en el organismo.
El remojo, además, reduce los antinutrientes que puedan interferir con la correcta absorción de algunos nutrientes.
El remojo con bicarbonato es más eficaz para reducir los antinutrientes y reducir el tiempo de cocción.