Un dispositivo inalámbrico creado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE.UU) monitoriza de forma constante la velocidad de la marcha de un paciente con Parkinson y puede evaluar la progresión de la enfermedad entre las visitas al medico.
La enfermedad de Parkinson afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo y los médicos suelen evaluar a los pacientes poniendo a prueba sus habilidades motoras y funciones cognitivas.
El dispositivo para uso doméstico puede monitorear el movimiento y la velocidad de la marcha de un paciente, lo que se puede usar para evaluar la gravedad y progresión de la enfermedad, así como la respuesta a la medicación.
Del tamaño de un rúter Wi-Fi, recoge datos mediante señales de radio que se reflejan en el cuerpo del paciente cuando se mueve por su casa. Como estas siempre viajan a la misma velocidad, el tiempo que tardan en reflejarse en el dispositivo indica cómo se desplaza el paciente.
El aparato incorpora un clasificador de aprendizaje automático que puede captar las señales de radio precisas que se reflejan en el paciente incluso cuando hay otras personas moviéndose por la habitación. Unos sofisticados algoritmos utilizan estos datos de movimiento para calcular la velocidad de la marcha, es decir, lo rápido que camina la persona.
El equipo realizó dos estudios, uno de dos meses y otro de dos años, en el que participaron 50 personas, de las que 34 estaban diagnosticadas de Parkinson.
Los ingenieros vieron que, con el uso de algoritmos de aprendizaje automático para analizar la gran cantidad de datos que recopilaron, un médico “podría hacer un seguimiento de la progresión del Parkinson con mayor eficacia que con las evaluaciones periódicas en la clínica”, según el MIT.