El estrés afecta tu salud, pero en este caso específico hablaremos de tu salud dental. Te contaremos cómo afecta para que lo tengas en cuenta y puedas evitarlo.
Herpes labial: una vez que el virus se contagia, no desaparece y puede activarse en más de una oportunidad. Una de las causas que hace que se active es justamente el estrés.
Enfermedades periodontales: el estrés favorece el desarrollo de la placa bacteriana porque afecta al sistema inmunológico. Así las cosas, puede provocar gingivitis, el aumento del riesgo de infección y de enfermedad periodontal.
Caries y mal aliento: el estrés se relaciona con comer por antojo y en específico comer dulce. El exceso de ingesta de azúcares favorece la obesidad, la diabetes y también aumenta el riesgo de caries y mal aliento.
Bruxismo: es una de las consecuencias más habituales del estrés. Esta presión inconsciente de los dientes puede provocar desgaste del esmalte dental, dolor en la mandíbula o sensibilidad dental.
No te saltes los cepillados, cambia el cepillo de dientes de manera periódica, intenta relajar la mandíbula, comer sano y beber abundante agua. Para la salud concreta de tus dientes y tu boca, acude al odontólogo al menos tres veces al año. Y busca ayuda terapéutica para tratar el estrés.