Los datos de un número indeterminado de clientes de Samsung fueron robados de los servidores de la compañía a finales de julio, según ha dado a conocer la propia empresa en un comunicado oficial.
La información extraída de cada cliente varía en cada caso. Samsung asegura que los datos relacionados con la Seguridad Social o las tarjetas bancarias no se han visto afectados.
No obstante, los hackers sí se han podido hacer con nombres, datos de contacto, datos demográficos, fechas de nacimiento e informaciones de registro de productos.
Esta información se extrajo de algunos de los sistemas que Samsung tiene en Estados Unidos.
El incidente se produjo a finales de julio y, a inicios de agosto, determinaron tras una investigación interna que la información de un número por el momento desconocido de clientes se había visto afectada.
En principio, el incidente solo debería afectar a los clientes con cuentas registradas en Estados Unidos.
Samsung asegura que se está poniendo en contacto con aquellas personas que se han visto afectadas por este incidente de seguridad. Si no has recibido ningún correo electrónico o comunicación por parte de Samsung, no tienes que preocuparte.
No obstante, como norma general, siempre se recomienda revisar la actividad reciente de la cuenta en busca de posibles inicios de sesión no autorizados, utilizar contraseñas seguras e incluso activar sistemas de verificación en dos pasos.
«Estamos comprometidos con proteger la seguridad y privacidad de nuestros clientes. Hemos contratado a expertos líderes en seguridad cibernética y nos estamos coordinando con las autoridades», asegura la compañía en un comunicado. «Continuaremos trabajando diligentemente para desarrollar e implementar cambios inmediatos y a largo plazo para mejorar aún más la seguridad en todos nuestros sistemas».
A inicios de año, Samsung también fue víctima de un hackeo. Los responsables, en esa ocasión, fueron Lapsus$, un grupo que también extrajo información de otras empresas tecnológicas como Nvidia.
Concretamente, se extrajeron casi 200 GB de datos confidenciales de la compañía, incluyendo el código fuente de ciertas tecnologías desarrolladas por la propia empresa. Lo que no se extrajo, según comunicó Samsung, fue la información de sus clientes, que sí permaneció a salvo.