Al menos 21 personas murieron y múltiples viviendas quedaron «gravemente dañadas» tras el sismo de magnitud 6,6 que sacudió el suroeste de China, según las autoridades locales y la prensa estatal.
Según el Centro de Redes Sismológicas de China, el sismo, registrado a las 12.52 hora local (04.52 GMT) de este lunes, tuvo una magnitud de 6,8, se produjo a una profundidad de 16 kilómetros y tuvo su epicentro en el condado de Luding, situado a unos 200 kilómetros de la capital provincial, Chengdu, de más de 20 millones de habitantes.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), referencia mundial en la medición de estos fenómenos, registró a la misma hora un sismo de 6,6 grados de magnitud, con una profundidad de 10 km.
De acuerdo con la escala utilizada por las autoridades sismológicas de China, un terremoto de magnitud 6 significa que la mayoría de personas afectadas no puede permanecer erguida de forma estable durante el sismo y se pueden producir grietas en las paredes y la caída de tejas y chimeneas.
El movimiento se sintió en la ciudad de Chengdu, según los pobladores. «Lo sentí bastante fuerte» comentó una mujer de apellido Chen. «Algunos de mis vecinos en el primer piso dicen que lo sintieron muy claramente», agregó.
La ciudad de Ya’an informó de 14 muertos en su cantón rural de Shimian, cercano al epicentro, según la televisión pública CCTV. Estas víctimas de suman a los siete muertos anunciados horas antes por la prefectura vecina de Garze, que administra el cantón de Luding. Por el momento, se registraron en total 21 fallecidos.
Muchas «viviendas resultaron gravemente dañadas» y las líneas telefónicas quedaron interrumpidas en algunos lugares, agregó la prensa local.
China es un país altamente sísmico, en especial el suroeste. La provincia de Sichuan, muy montañosa y famosa por sus reservas de pandas, se encuentra en una zona con frecuente actividad sísmica y suele ser remecida varias veces por mes por sismos de intensidad variable. Fue el escenario, en mayo de 2008, de un catastrófico terremoto de una magnitud de 8 grados, que dejó más de 90.000 muertos y desaparecidos.
En junio pasado, la provincia fue sacudida por un sismo de 6,1 grados de magnitud que dejó cuatro muertos y decenas de heridos.
En las últimas semanas, Sichuan se ha visto golpeada además por una ola de calor de una intensidad inédita en décadas, una sequía que provocó cortes de suministro eléctrico en algunas zonas, incendios y unos rebrotes de covid que han desembocado en el confinamiento de su capital desde el viernes pasado.