Las autoridades migratorias de Panamá registraron el paso de 502 dominicanos por la peligrosa selva del Darién, en la frontera con Colombia, en su viaje hacia Norteamérica en los primeros siete meses de este año.
Los dominicanos apenas representan el 0.71% de los 71,012 migrantes que en condición irregular cruzaron por una de las rutas migratorias más utilizadas por las personas en las Américas para migrar hacia el norte, específicamente, Estados Unidos.
A pesar de que los dominicanos son pocos, en comparación con los migrantes de Venezuela (44,943) o Haití (4,821), quienes dominan los primeros lugares, la tendencia va en aumento, tomando en cuenta los años prepandémicos.
El Servicio Nacional de Migración de Panamá tiene en sus registros el paso de 168 migrantes dominicanos durante el año pasado, 11 en 2020 (año pandémico) y apenas cinco durante el 2019, de acuerdo con la consulta realizada este sábado por Diario Libre.
“Bajo ninguna circunstancia, está hecho ese territorio para cruzarlo a pie, sin ningún tipo de protección; es poner su vida en un grave peligro”, señaló Jatzel Román, viceministro de Asuntos Consulares y Migratorios de la Cancillería dominicana.
La ruta de estos dominicanos comienza en Colombia, país que no exige visado a los criollos, al igual que en Guatemala, y que también es usado por los dominicanos como trampolín para llegar a Estados Unidos.
Román informó que no hay para volver a establecer el visado hacia los dominicanos, sino que, en los países de destino, como Colombia o Guatemala, se fortalecen los controles migratorios en los aeropuertos para determinar si la persona realmente cuenta con los requisitos para quedarse en el país en un tiempo específico.
“Esto requiere una labor conjunta de cada uno de los países involucrados”, señaló el funcionario, al abordar que en marzo de este año se realizó en Panamá la Segunda Reunión Ministerial sobre Migración, convocada por Estados Unidos, para discutir sobre los desafíos que presenta la agenda migratoria actual.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que la selva del Darién no es solo peligrosa por sus características geográficas, sino por la presencia del crimen organizado, lo que aumenta los riesgos de vulnerabilidad de los migrantes.
Jatzel Román informó del reporte de la muerte de un dominicano en su paso por la selva del Darién en marzo de este año. Se trató de un hombre, originario de la provincia María Trinidad Sánchez.