Un grupo de investigadores ha estudiado los fósiles que se descubrieron por primera vez en Toros-Menalla en Chad en 2001 pertenecientes al Sahelanthropus tchadensis, la especie representativa más antigua de la humanidad. La conclusión de su trabajo determina que hace 7 millones de años los humanos ya caminaban sobre dos piernas.
El hallazgo no es ni muchos menos baladí, ya que el cambio a caminar sobre dos piernas, en lugar de cuatro, es un momento importante en la evolución de nuestra especie. Para ello, los investigadores tuvieran que realizar un análisis detallado de los fósiles del muslo (fémur) y el antebrazo (cúbito) de Sahelanthropus tchadensis.
Como decíamos, el descubrimiento proviene de los restos desenterrados en Toros-Menalla en el desierto de Djurab, al norte de Chad. Entre los hallazgos se encontraba el cráneo de un individuo apodado Toumaï, que significa “esperanza de vida” en el idioma local Daza. Se identificó como una nueva especie que evolucionó muy poco después de que los humanos y los chimpancés se separaran, hace aproximadamente 7 millones de años.
Cuando estos restos fosilizados se descubrieron por primera vez en 2001, un estudio del cráneo de Toumaï indicó que este homínido extinto tenía una columna vertebral erguida y una postura erguida, lo que sugiere que quizás eran bípedos. Sin embargo, en 2020, otro estudio analizó un hueso del fémur y concluyó que el individuo “no era habitualmente bípedo”.
Ahora, en el último estudio, los investigadores han analizado en profundidad dos cúbitos (hueso del antebrazo) y un fémur (hueso del muslo) también descubiertos en el sitio, que pueden o no haber pertenecido a Toumaï. Usaron métodos de medición avanzados para examinar la forma de los huesos, luego los compararon con huesos de chimpancés, gorilas, orangutanes, simios del Mioceno y miembros del grupo humano, incluidos Orrorin, Ardipithecus, australopitecinos, Homo antiguo y Homo sapiens.
Tal y como explican en el trabajo publicado en Nature, los resultados no arrojaron dudas: S. tchadensis era bípedo. Al mismo tiempo, el antebrazo sugiere que este antepasado primitivo también estaba equipado para trepar a los árboles.
Y si te lo estás preguntando, en comparación con el Homo sapiens moderno, S. tchadensis es bastante parecido a un simio, con similitudes físicas con un chimpancé con un cerebro pequeño, que es en parte la razón por la cual la cuestión del bipedalismo en la especie es tan controvertida. Según escribió Daniel E Lieberman, del Departamento de Biología Evolutiva Humana de la Universidad de Harvard:
El fémur de Sahelanthropus no tiene rastros de bipedalismo de ‘pistola humeante’, pero se parece más al de un homínido bípedo que al de un mono cuadrúpedo. Cuando se considera junto con la orientación del foramen magnum, que solo es compatible con el bipedalismo, parece razonable inferir que Sahelanthropus era algún tipo de bípedo.
Aunque el debate no ha terminado, el trabajo proporciona algunas de las pruebas más sólidas hasta el momento de que este personaje tan importante en la historia humana caminó sobre dos piernas.