Hay un hábito alimenticio que te puede ayudar a controlar el azúcar en sangre. Se trata de limitar las horas para la ingesta de alimentos.
Según un estudio de científicos del Centro Médico de la Universidad de Maastricht, Países Bajos, si se limita la ingesta de alimentos en una ventana de 10 horas, los beneficios metabólicos son prometedores.
Este hábito puede tener cierto parecido con lo que se conoce como ayuno intermitente, pero en este caso no se busca bajar de peso sino que el objetivo es llevar una alimentación más saludable.
En el estudio se indicó a los participantes, 14 personas con diabetes tipo 2, con edades entre 50 y 75 años, que siguieran las indicaciones para ingerir alimentos durante el día, finalizando con la última comida a las 18:00, pudiendo beber agua, té o café sólo por las noches. Así fue que encontraron que se disminuían los niveles de glucosa en 24 horas, siendo el nivel más bajo durante la noche.
El equipo de investigadores señala que se necesitarán más estudios a futuro para revelar si la duración del período de ayuno es realmente crucial para determinar los efectos positivos sobre la sensibilidad a la insulina.