El patrimonio neto de Yang Huiyan, accionista mayoritaria de Country Garden, se desplomó en más de un 52 % hasta los 11.300 millones de dólares desde los 23.700 millones en los que se valoraba en 2021.
Yang Huiyan, la mujer más rica de Asia, ha perdido en los últimos siete meses más de la mitad de su fortuna, a medida que se agrava la crisis del sector inmobiliario en China.
El patrimonio neto de la accionista mayoritaria del principal promotor inmobiliario del gigante asiático, Country Garden, se desplomó en más de un 52 % hasta los 11.300 millones de dólares, frente a los 23.700 millones en los que se valuaba el año pasado, según reveló este jueves el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
Nuevamente este miércoles, la fortuna de Yang sufrió un fuerte golpe luego de que las acciones de Country Garden, que cotizan en Hong Kong, se contrajeran un 15 %, una caída de casi 2.000 millones de dólares, tras el anuncio de la compañía de recaudar más de 343 millones de dólares mediante la venta de nuevas acciones con descuento para pagar, en parte, algunas de sus deudas.
«A los inversores les preocupa que el boicot hipotecario se extienda a Country Garden, ya que están viendo que el número de proyectos boicoteados aumenta rápidamente», señaló a Bloomberg Kenny Ng, estratega de Everbright Securities International en Hong Kong. «La empresa sigue teniendo importantes deudas y registró un menor crecimiento intermensual en las ventas de junio, a pesar de que China reanudó las obras», añadió.
La empresaria heredó su riqueza cuando su padre —el fundador de Country Garden, Yang Guoqiang— le transfirió sus acciones en 2005. Dos años después, a los 25 años de edad, se convirtió en la mujer más rica de Asia, luego de que la empresa comenzara a cotizar en la bolsa de Hong Kong. Sin embargo, ahora Fan Hongwei, una magnate de las fibras químicas, le sigue de cerca como la segunda mujer más rica del continente con un patrimonio neto de 11.200 millones de dólares.
Crisis en el sector inmobiliario chino
En 2020, las autoridades chinas tomaron acciones para contener el endeudamiento excesivo en el sector inmobiliario, dejando a grandes compañías como Evergrande y Sunac con dificultades para hacer frente a sus pagos y obligándolas a renegociar con sus acreedores, lo que las colocó al borde de la quiebra. Los compradores de todo el país han comenzado a retener los pagos de las hipotecas de las viviendas vendidas antes de su finalización.
Se calcula que el sector inmobiliario representa entre el 18 % y el 30 % del producto interno bruto (PIB) del país asiático, siendo un motor clave del crecimiento de la segunda economía mundial. Los analistas han advertido que el sector está inmerso en un «círculo vicioso» que, tras la publicación de las pésimas cifras de crecimiento del segundo trimestre, las peores desde el inicio de la pandemia del coronavirus, merma aún más la confianza de los consumidores.
«El reciente boicot a las hipotecas puso de manifiesto la repercusión en el sector inmobiliario de los impagos de los bonos en los proyectos inmobiliarios inacabados», afirmò previamente a AFP Ken Cheung, estratega jefe de divisas en Asia del banco japonés Mizuho. «Esto forma un círculo vicioso en el sector inmobiliario. Con la caída de la confianza en las perspectivas del sector inmobiliario, los compradores de viviendas retrasan sus compras y los precios de los inmuebles caen«, añadió.