El nuevo director de Roscosmos, Yuri Borisov, anunció el martes tras una reunión con Vladimir Putin la decisión de retirar a Rusia de la Estación Espacial Internacional después de 2024, según la agencia de noticias estatal rusa TASS.
“Por supuesto, cumpliremos con todas nuestras obligaciones con nuestros socios, pero la decisión de dejar esta estación después de 2024 ya está tomada”, dijo Borisov. Sin embargo, Rusia anunció la decisión de forma unilateral sin informar primero a los otros países involucrados en la ISS, como exige el acuerdo intergubernamental de la estación, explicó la NASA a Reuters.
Borisov espera que para 2024 Roscosmos empiece a operar la Estación de Servicio Orbital Rusa (ROSS) en reemplazo del segmento ruso de la ISS. El ex viceprimer ministro de Defensa, que sustituyó a Dmitri Rogozin al mando de la agencia espacial rusa a mediados de julio, señaló que “la principal prioridad de la Federación Rusa en la cosmonáutica tripulada será la creación de ROSS”.
Borisov agregó que el objetivo de Roscosmos “no es bajar, sino subir el listón y proporcionar a la economía rusa los servicios espaciales necesarios”, como la navegación, las comunicaciones, y la información meteorológica y geodésica.
El primer módulo de ROSS se conoce como NEM y está siendo desarrollado por RKK Energía como laboratorio científico y módulo de electricidad. Originalmente diseñado para acoplarse a la ISS, su lanzamiento está programado para 2025.
Otros dos módulos actualmente acoplados a la ISS, Nauka y Prichal, podrían desacoplarse de la Estación Espacial Internacional para unirse al NEM y formar la nueva estación espacial rusa a partir de 2025, pero no es tan sencillo. La vida útil del módulo Nauka no puede certificarse para una década adicional, por lo que podría ser abandonado en favor de un nuevo módulo base, a menos que el NEM reciba financiación de Rusia para una reforma antes de su lanzamiento.
Actualización (27/7/22): Rusia detalla los planes de su estación espacial independiente, que espera lanzar en 2028. ROSS sería una estación espacial principalmente autónoma, con visitas ocasionales de tripulación humana.
Si bien la situación entre Roscosmos y sus socios de la Estación Espacial Internacional es tensa desde la adhesión de Crimea por parte de Rusia, las tensiones han ido en aumento con la aparición de un agujero en una nave Soyuz acoplada al segmento ruso y, especialmente, tras la reciente invasión de Ucrania.
Hace unos días, los tripulantes del segmento ruso de la ISS subieron fotos a Telegram con banderas de las “repúblicas de Donetsk y Lugansk”, territorios que Occidente no reconoce, ya que son provincias al este de Ucrania ocupadas por Rusia durante la guerra. No obstante, la NASA y Roscosmos han seguido adelante con su acuerdo de intercambio de asientos para lanzar astronautas en naves Soyuz rusas y cosmonautas en naves Crew Dragon de SpaceX.
La NASA detalló a principios de año un plan para retirar la Estación Espacial Internacional en 2030 y poblar la órbita baja terrestre de estaciones comerciales. La agencia espacial estadounidense ha otorgado contratos a Blue Origin, Nanoracks y Northrop Grumman para el desarrollo de estas nuevas estaciones comerciales, pero otras empresas privadas como Axiom Space ya están trabajando en sus propias estaciones espaciales para realizar experimentos en microgravedad y dar soporte a vuelos turísticos espaciales.