Microsoft ha vuelto a cambiar su calendario de lanzamientos de Windows. Poco después de comprometerse a un lanzamiento significativo cada año, la compañía ha reculado y ahora considera actualizar Windows de manera importante una vez cada tres años, con pequeñas actualizaciones de contenido en ese período.
Un reporte de Windows Central informa de este cambio que ha sido bastante bien recibido por la comunidad, sobre todo a tenor de los frecuentes errores de código que surgen cuando las actualizaciones se aceleran mucho. Con esta decisión, Microsoft da más tiempo a sus departamentos de IT para que revisen todo antes de cada actualización importantey así evitar cosillas como que las impresoras dejen de funcionar tras una actualización. La próxima gran versión de Windows queda así programada para 2024, tres años después del lanzamiento de Windows 11.
Eso significa también que la actualización conocida como Sun Valley 3 por su nombre interno probablemente no ocurrirá este año como se rumoreaba. Puede que más de uno se queje de que la próxima versión tarde tanto en llegar, pero es mejor así. Además, la frecuencia de pequeñas actualizaciones de contenido va a aumentar. El departamento de Marketing de la compañía llama a estos parches “Momentos”, aunque el nombre aún no se ha hecho público oficialmente. Unop de esos Momentos ya tuvo lugar este mismo año cuando Microsoft movió el widget de tiempo a la barra de tareas.
Los cambios comenzarán con la versión 22H2 (la mencionada Sun Valley 2) de Windows 11. Desde Windows Central aseguran que este tipo de parches con contenido importante tendrán lugar hasta cuatro veces antes de Windows 12. El primero llegará en 2023.
No está claro cuáles de estos cambios aplicarán a Windows 10. La idea es que traer más mejoras a Windows 11 anime a los consumidores y las empresas a dar el salto a Windows 11, pero es una herramienta que hay que manejar con cuidado, porque programar actualizaciones continuas no suele ser del gusto de las empresas que tienen que actualizar flotas enteras de computadoras.
¿Qué significa este ritmo de actualizaciones para otras versiones del sistema operativo? ¿Cómo se supone que las empresas podrán estar al día de estos cambios? Todas estas preguntas recibirán su respuesta cuando Microsoft se pronuncie oficialmente sobre este nuevo calendario, cosa que aún no está claro que vaya a hacer. En febrero de este año sí que dijo que estaba buscando maneras nuevas de lanzar las funciones de Windows. De momento parece una pequeña pesadilla para los departamentos de IT que usan Windows, pero personalmente creo que será para mejor porque deja a los desarrolladores más tiempo para preparar actualizaciones realmente estables, algo en lo que Microsoft ha fallado bastante los últimos años.