La fisura del cordón sanitario en Turingia ha aprobado un enorme proyecto de ley política en Alemania. Para Annegret Kramp-Karrenbauer, la presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y favorita en la carrera por la sucesión de la canciller, Angela Markel, ha sido mortal. Annegret Kramp-Karrenbauer, renunciará a su candidatura como futuro jefe de gobierno en el verano, confirmó a este periódico un portavoz de la CDU.
Una vez que los conservadores hayan elegido un nuevo candidato, Kramp-Karrenbauer también renunciará a su cargo como presidente del partido. La turbulencia en el centro-derecha alemán proyecta dosis considerables de inestabilidad política de la primera economía europea, en el tramo final de la era de Merkel. Está previsto que AKK, como se le conoce en Alemania, aparezca hoy para explicar su decisión.
Una vez que los conservadores hayan elegido un nuevo candidato, Kramp-Karrenbauer también renunciará a su cargo como presidente del partido. La turbulencia en el centro-derecha alemán proyecta dosis considerables de inestabilidad política de la primera economía europea, en el tramo final de la era de Merkel. Está previsto que AKK, como se le conoce en Alemania, aparezca hoy para explicar su decisión.
La decisión se produce después de que Turingia, en el este del país, un candidato liberal con los votos de la extrema derecha y también de la CDU fue elegido en el parlamento regional. Era la primera vez que un candidato era elegido gracias a los votos de los ultras, lo que significaba una fractura del cordón sanitario hasta ahora firme. La CDU de Turingia votó en contra de las directrices del partido en Berlín y las órdenes de la propia Kramp-Karrenbauer, que no estaba autorizada. Al final, fue la canciller Merkel, quien desde Pretoria, a 8,800 kilómetros de distancia, se vio obligada a intervenir para llevar el orden al partido y obligar a la CDU regional a revertir la elección del candidato liberal y buscar una salida a la crisis sin el Apoyo directo o indirecto de la extrema derecha.
A los 57 años, Kramp-Karrenbauer, actual Ministro de Defensa, fue elegido para presidir el partido en diciembre de 2018 en un congreso en Hamburgo, en el que su candidatura centrista y continua se impuso por lo menos al de la corriente más conservadora y rupturista. Su partida complica la sucesión de Merkel, cuyo cuarto y último mandato está programado para finalizar en 2021. También es un duro golpe para el canciller, que no ha ocultado su preferencia por Kramp-Karrenbauer frente a otros candidatos. Su partida supone no solo una victoria para los rivales del AKK, sino también para los detractores de Merkel y, en general, para el ala más conservadora del partido, que considera que el canciller ha "socializado" el CDU, dando alas a la extrema derecha.
Kramp-Karrenbauer ha comunicado la decisión en el comité ejecutivo del partido el lunes después de asegurar que "Hay una relación sin resolver entre algunas partes de la CDU, AfD [Alternativa para Alemania, la ultraderecha] y Die Linke [La izquierda]”, Según las mismas fuentes. Kramp-Karrenbauer se opone a cualquier tipo de cooperación con la extrema derecha y también con Die Linke, ya que se fue por escrito en 2018. Ambos partidos fueron los más votados en las elecciones de Turingia en octubre pasado.