Elisabeth Borne, quien quedó debilitada luego del mal resultado en las recientes elecciones legislativas, puso su cargo a disposición. No obstante, el presidente Macron no aceptó la dimisión para que “el Gobierno pueda continuar realizando sus funciones estos días”, explicaron desde el Palacio del Elíseo. La actividad presidencial continuará con reuniones este 21 de junio con los líderes de la oposición, entre ellos, Marine Le Pen.
Los coletazos continúan en el Ejecutivo francés luego de las elecciones legislativas del pasado domingo, donde el oficialismo perdió la mayoría en la Asamblea Nacional. Si bien el frente ‘Juntos’ de Emmanuel Macron obtuvo 244 escaños, quedó lejos de los 289 que necesitaba para mantener el control y generó un terreno difícil de gobernar para el próximo mandato.
Este martes 21 de junio, la primera ministra Elisabeth Borne presentó su renuncia como consecuencia del adverso resultado de los comicios. No obstante, el presidente Macron desestimó la posibilidad de que la funcionaria abandone su cargo.
Desde el Palacio del Elíseo explicaron que el mandatario rechazó la dimisión de Borne “para que el Gobierno pueda continuar realizando sus funciones estos días” y para no detener la búsqueda de soluciones por parte del jefe de Estado, que se reunirá con los líderes opositores durante el martes y el miércoles.
Borne, que asumió el último 16 de mayo, ha sido señalada por los críticos de la Administración de Macron, como los opositores Marine Le Pen y Manuel Bompard, jefe de campaña de la Francia Insumisa.
«Los franceses deben ser escuchados en lo que han dicho y expresado con su voto. Macron no puede continuar con la política que ha seguido porque esta no ha obtenido la mayoría absoluta en las últimas legislativas», señaló la referente de Agrupación Nacional.
En tanto que Bompard confesó que la continuidad de Borne “no es una sorpresa”. “Está allí por obra del príncipe, ya que no ha sido aprobado por los diputados y permanecerá unas semanas más por obra del príncipe”, ironizó contra Macron.