Un equipo de médicos de instituciones científicas de Estados Unidos anunció el desarrollo de un nuevo procedimiento que elimina la necesidad de utilizar medicamentos inmunosupresores, empleados para minimizar las posibilidades de que un riñón trasplantado sea rechazado por el sistema inmune del cuerpo humano, informó este miércoles la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford.
Los autores de la investigación, publicada en The New England Journal of Medicine, explicaron que la innovadora técnica, denominada como Trasplante de Órgano Sólido/Inmune Dual (DISOT, por sus siglas en inglés), consiste en transferir previamente las células madre de la médula ósea del donante de riñón al paciente, para así proporcionarle un sistema inmunitario genéticamente nuevo. Posteriormente, los cirujanos trasplantarán el riñón en el cuerpo de la persona.
El DISOT permite que los pacientes no recurran a los tratamientos con inmunosupresores, que ocasionan efectos adversos tales como cáncer, diabetes, infecciones y presión arterial alta. «Es posible liberar de forma segura a los pacientes de la inmunosupresión de por vida después de un trasplante de riñón», señaló la profesora de la Universidad de Stanford, Alice Bertaina.
Los investigadores describieron los resultados de la implementación del DISOT en tres niños que sufrían una enfermedad inmunitaria muy rara conocida como displasia inmunoósea de Schimke (SIOD, por sus siglas en inglés), que provoca que el cuerpo humano tenga mayor susceptibilidad de desarrollar infecciones por virus, además de insuficiencia renal progresiva. La SIOD también puede ocasionar insuficiencia de la médula ósea, por lo que los pacientes necesitan un trasplante de células madre para que tengan un sistema inmunológico saludable.
Los pacientes recibieron trasplantes de célula madre y de riñón de sus padres
Los científicos describieron que cada uno de los niños recibió un trasplante de células madre proveniente de uno de sus padres. Además, realizaron un proceso adicional, que comprendió la reducción de células T alfa-beta y B CD19, lo que significó eliminar los tipos de células inmunitarias que causan la enfermedad injerto contra huésped (GVHD, por sus siglas en inglés), que provoca que los órganos trasplantados sean rechazados.
Tras recuperarse del trasplante de células madre, a cada uno de los pacientes infantiles se les implantó un riñón del mismo padre que había donado las células madre. Uno de los niños presentó un episodio de GVHD que le afectó la piel. Esta situación se pudo controlar mediante la administración de medicamentos.
Después de realizado el trasplante de riñón, los médicos suministraron durante 30 días medicamentos inmunosupresores a los dos primeros pacientes, pero más tarde los suspendieron. En el caso del tercer paciente se tuvo que interrumpir la medicación de inmunosupresores, ya que experimentó efectos secundarios a corto plazo, incluyendo un aumento en el nivel de azúcar en la sangre.
Por último, los especialistas aseguraron que los tres pacientes ya no presentan rastros de la SIOD, y que sus riñones están funcionando con normalidad. Los trasplantes han tenido éxito durante al menos 22 y 34 meses. Se tiene contemplado aplicar el DISOT a otros tipos de paciente, que incluyen a niños que han rechazado trasplantes de riñón, así como adultos con el mismo padecimiento.