En el ADN de los Celtics no aparece la palabra rendirse. Pese a caer en el quinto partido y estar a una derrota de quedarse con la miel en los labios, en Boston entienden que no es momento para lamentos, sino para que todos demuestren que ante las situaciones más adversas pueden dar lo mejor de sí. Eso es justo lo que siente Al Horford de cara al Game 6 que se disputará en el Garden.
«Definitivamente no estuvimos tan agudos como necesitábamos en algunos momentos del partido. Simplemente es una derrota dura. Ahora nuestras espaldas están contra la pared y tenemos que ver de qué estamos hechos», expresa.
La realidad es que para Boston no es un contexto nuevo el verse 3-2 abajo. En las semifinales de la Conferencia Este, disputadas frente a Milwaukee, tuvieron que encarar el sexto encuentro de la serie justo con se marcador. Entonces lograron recomponerse. Primero vencieron en la carretera y posteriormente sentenciaron en el séptimo encuentro como locales. Ahora necesitan hacer lo mismo. No será sencillo, pero Horford confía en encontrar el camino.
«Obviamente estamos un poco desanimados después de tener un buen tercer cuarto y no ser capaces de ejecutar en el último como necesitábamos. Sentimos que teníamos oportunidades. Sí, nuestras espaldas están contra la pared, pero es el momento de mirarnos a los ojos y resolverlo. Tenemos un nueva oportunidad. Tenemos que resolverlo. No existe un mañana para nosotros», sentencia.