El hipo es una o varias contracciones involuntarias del diafragma, el músculo que separa el pecho del abdomen y que tiene un papel fundamental en la respiración. Con cada contracción, las cuerdas vocales se cierran repentinamente, provocando el sonido característico del hipo.
Las causas pueden ser varias, pero generalmente son gastrointestinales y están asociadas a la estimulación de los nervios vagal y frénico. Puede deberse a comer en exceso, al consumo excesivo de bebidas alcohólicas o carbonatadas, la ingesta de alimentos picantes, muy calientes o muy fríos, a los cambios bruscos de temperatura, tragar mucho aire, comer muy rápido, mascar chicle, una exitación repentina, un estrés emocional o afecciones médicas.
Algunos de los métodos más tradicionales pueden funcionar. Respirar en una bolsa de papel puede ayudarte, así como practicar una respiración lenta y conciente.
Contener la respiración también puede ayudar. Llevar las rodillas al pecho y abrazarlas durante dos minutos puede ser de utilidad.
También puedes probar bebiendo un vaso de agua fría.