Ya liberada de las restricciones sanitarias, la edición 2022 de las 24 Horas de Le Mans, de miércoles a domingo, se presenta como una carrera de transición a un año del centenario de la competición y del regreso de los constructores históricos.
La mítica carrera automovilística de resistencia se reencuentra con su público al completo este año, después de las puertas cerradas en 2020 y el aforo restringido el año pasado, medidas impuestas para combatir la pandemia de covid-19.
«Los enamorados del ‘endurance’ y los habitantes de Le Mans (…) podrán de nuevo celebrar sus 24 Horas en Le Mans», celebra Pierre Fillon, presidente del Automobile Club de l’Ouest (ACO), organizador de la carrera.
Regreso de espectadores, pero no grandes nombres del deporte del automovilismo: Ferrari, Porsche, Audi, BMW, Cadillac… Todos tomarán la salida del Mundial de resistencia (WEC) en 2023 y estarán en el circuito de la Sarthe cien años después de la primera carrera.
En su ausencia, Toyota reina en la prueba los últimos tiempos, una vez dejó atrás su legendaria mala suerte, conquistando las cuatro últimas ediciones en Le Mans.
También este año el equipo japonés es favorito a su propia sucesión con su hypercar N.7 pilotado por el británico Mike Conway, el japonés Kamui Kobayashi y el argentino José María López, al fin victorioso el año pasado después de varios infortunios.
El principal rival del Toyota N.7 será ‘a priori’ el Toyota N.8, conducido por el suizo Sébastien Buemi, el neozelandés Brendon Hartley y el japonés Rio Hirakawa.
Aunque después de dos carreras, el constructor no está sin embargo al frente del campeonato WEC, liderado por la escudería francesa Alpine, especialmente gracias a la victoria de su hypercar pilotado por el brasileño André Nagrao y por los franceses Nicolas Lapierre y Matthieu Vaxivière en las 1000 Millas de Sebring (Estados Unidos).
«Luego de dos carreras, la lucha por el título en la categoría Hypercar permanece muy abierta y la prueba de Le Mans podría determinar mucho la dirección que tomará el campeonato», indica Richard Mille, presidente de la Comisión de resistencia de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Además de Toyota y Alpine, el equipo del estadounidense Glickenhaus, que tiene su nombre de su fundador, el realizador y productor de Nueva York James Glickenhaus, participará de nuevo condos hypercars que tratarán de confirmar la fama de imprevisible que acompaña a esta carrera.
En total, 62 vehículos tomarán la salida en el circuito de la Sarthe, al igual que el año pasado.
Además de los cinco hypercars, habrá 27 LMP2 (menos rápidos), siete LMGTE Pro y 23 LMGTE Am (que pueden ser pilotados por no profesionales o por escuderías privadas).
Entre las curiosidades de esta edición, la presencia del ocho veces campeón del mundo de rallies Sébastien Ogier. Será la primera incursión en resistencia del piloto galo.
Y un equipo femenino competirá en la categoría LGMTE Am.