Aumenta más de un 800% los fondos para llamamientos humanitarios de Naciones Unidas destinados a emergencias de fenómenos meteorológicos extremos, según la ong Oxfam Intermón, que denuncia que los países desarrollados obstaculizan las negociaciones para la financiación climática.
Así lo demuestra Oxfam Intermón en su informe «Footing the Bill» que denuncia que los países ricos e industrializados, -responsables de un 92% de las emisiones de carbono históricas- son los que más obstaculizan las negociaciones en torno a la financiación de los daños y las pérdidas que sufren los países en desarrollo, los más afectados por la crisis climática.
El promedio anual de fondos solicitados a través de llamamientos humanitarios relacionados con fenómenos meteorológicos extremos durante 2000-2002 fue de al menos 1.600 millones de dólares (unos 1.492 millones de euros al cambio actual), suma que se ha incrementado hasta los 15.500 millones de dólares (14.455 millones de euros) en el periodo 2019-2021, lo que equivale a un aumento del 819%.
Se estima que solo el coste económico de los fenómenos meteorológicos extremos en 2021 fue de 329.000 millones de dólares (308.830 millones de euros) a nivel mundial, casi el doble del total de fondos de ayuda provistos por los países ricos a los países en desarrollo ese mismo año.
De todos los llamamientos realizados desde 2017, los países ricos tan solo han provisto de fondos para cubrir el 54%, generándose un déficit de hasta 33.000 millones de dólares (30.780 millones de euros).
La investigación de Oxfam Intermón evidencia que los llamamientos de las Naciones Unidas tan solo llegan a unos 474 millones de los 3.900 millones de personas que viven en países de renta media y baja, por lo que las ayudas solo representan una pequeña parte de los costes que los desastres climáticos suponen para las personas especialmente vulnerables.
«Los costes de los daños y las pérdidas provocadas por el cambio climático deberían repartirse en función de la responsabilidad, no por caridad», Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, quien asegura que las personas y los países ricos y las grandes corporaciones más responsables de causar el cambio climático «deben asumir los costes de los daños que están provocando».
Los países desarrollados son responsables del 37% de las emisiones actuales, mientras que los países con más llamamientos recurrentes ligados a fenómenos meteorológicos extremos (Afganistán, Burkina Faso, Burundi, República Democrática del Congo, Haití, Kenia, Níger, Somalia, Sudán del Sur, Uganda, Chad, Sudán y Zimbabue) emiten solo el 1,4% del total de emisiones globales.
Según la ong, las actuales emisiones de África suponen tan solo el 4% del total.
Además, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima que el 80% de las personas desplazadas por el cambio climático son mujeres.
Según Oxfam Intermón, en la COP26 en Glasgow (Reino Unido), los países ricos e industrializados rechazaron la petición de los países en desarrollo de crear un servicio de financiación de pérdidas y daños y, en su lugar, acordaron una serie de conversaciones (denominadas el «Diálogo de Glasgow») que tendrían lugar a lo largo de tres años para debatir futuro acuerdos de financiación.