¿Se imaginan poder crear energía a partir de dióxido de carbono, agua y luz solar? ¿Como una planta cualquiera? ¿Energía capaz de propulsar autos, barcos o aviones? No es ciencia ficción, sino una nueva tecnología con un potencial tan enorme que casi resulta increíble.
La combinación del dióxido de carbono (CO2), agua y un proceso que incluye energías renovables permitiría crear combustibles sintéticos que eliminan la huella de carbono.