El pleno de la convención constituyente que redacta una nueva Carta Magna para Chile aprobó este jueves con una amplia mayoría la norma que impide la reelección del presidente, el progresista Gabriel Boric, para un segundo mandato inmediato, una vez que acabe el actual en 2026.
Por 124 votos a favor, cero en contra y tres abstenciones, los constituyentes aceptaron el artículo que establece que «el Presidente de la República elegido para el período 2022-2026 no podrá presentarse a la reelección para el período siguiente y continuará en el cargo con las atribuciones constitucionales para las cuales fue elegido”.
Una decisión que el propio mandatario valoró de forma positiva minutos después en Twitter, donde escribió «Muy bien. Es lo que corresponde».
La reelección del presidente de la República es uno de los artículos que había levantado controversias en la sociedad chilena, ya que no está contemplada en la Constitución todavía vigente, redactada en 1980 durante la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet.
Mientras que en el borrador de la Constitución que se prepara para someterla a referéndum popular el próximo septiembre se introduce que el jefe del Estado «podrá ser reelegido, de forma inmediata o posterior, solo una vez”.
Dado que Boric ha sido elegido para el periodo de transición entre ambas Cartas Magnas, los constituyentes han decidido aprobar una «norma transitoria» que asegura que, de aprobarse el nuevo texto constitucional, el nuevo «artículo comenzará a regir con su sucesor en el cargo».
Rechazada la norma que exige un quórum de 2/3
El pleno de la convención rechazó, sin embargo, la norma transitoria que sugería elevar a 2/3 el quórum necesario para que el actual Congreso realice modificaciones a la nueva Constitución.
La propuesta, que planteaba que «durante la presente legislatura, los proyectos de reforma constitucional serán aprobados con el voto favorable de las dos terceras partes de los diputados y diputadas y senadores en ejercicio”, sumó solo 71 votos a favor, lejos de los 103 necesarios para quedar inscrita en el borrador de nuevo texto constitucional.
La iniciativa debe volver ahora a la comisión de Normas Transitorias para que ésta la reformule y la reenvíe de nuevo al plenario para su consideración.
Esta reforma había generado rechazo en las filas socialistas y en el entorno del presidente Boric, quien argumentó que «los quórums tienen que regir in actum. ¿Qué significa esto? Que no tiene que haber quórums específicos para una legislatura en particular”.