Uno se pregunta por qué no pocos lectores y analistas literarios desprecian la obra del novelista estadounidense Stephen King, cuando da gusto leer hasta aquellos libros que escribe con el piloto automático. Además, al tiempo, les encanta la de Edgar Allan Poe y la de H. P. Lovecraft. Por una parte, no siempre puede un artista ofrecer prodigios como El resplandor (1977), It (1986) o Misery (1987) y, por otra, se ve que algunos no darán su brazo a torcer hasta que la tradición le coloque en su sitio.
Pero incluso su conducta al elegir nuevas historias que contar poco o nada tiene que ver con pretensiones comerciales. Porque no se decide casi nunca por las secuelas. En su bibliografía, obviando las conexiones entre sus distintos textos, solo podemos encontrar el cuento “Un trago de despedida” en el recopilatorio El umbral de la noche (1978), breve continuación de El misterio de Salem’s Lot (1975), o Doctor Sueño (2013), que sigue a uno de los personajes de El resplandor.
Sin embargo, Desesperación y Posesión (1996) forman un díptico no consecuente; los ocho volúmenes de La Torre Oscura (1982-2012) y la trilogía sobre Bill Hodges (2014-2016), sagas planeadas por Stephen King; y El talismán (1984) y Casa Negra 2001) y el tríptico de Gwendy (2017-2022), colaboraciones respectivas con Peter Straub y Richard Chizmar. Por otro lado, La sangre manda (2018) sí tira del hilo de El visitante (2018), y ahora, Rattlesnakes, nada menos que del de Cujo (1981).
Los que han leído la novela sobre el san bernardo de Castle Rock, al que no le habían puesto la vacuna contra la rabia y se enferma de la misma debido a la mordedura de un murciélago, por lo que se desata el horror, no habrán podido olvidar cómo termina. Stephen King recibió cartas insultándole por ello, la película de Lewis Teague (1983) lo cambia y, según la Asociación Americana del Libro, resulta que Cujo estuvo de 1990 a 1999 entre los más cuestionados y prohibidos en el país de las libertades.
Por eso, nos parece valiente que anuncie una continuación. Ha sido para el podcast The Losers’ Club de Bloody Disgusting. “Acabo de escribir una larga historia llamada Rattlesnakes. Y se trata, en una parte, de unos gemelos que solo tienen cuatro años y caen en un pozo de serpientes de cascabel. Y las serpientes los atrapan. Es una escena terrible”, ha dicho para admitir luego que “es, en realidad, una secuela de Cujo”. Una obra que, de todos modos, algunos leeremos encantados.