La escena tuvo lugar en el río Minnesota el verano pasado. Allí, dos kayakistas descubrieron lo que parecía un cráneo parcial, quizás de alguien que llevaba demasiado tiempo desaparecido. Tras meses de estudios, una investigación ha anunciado que se trata de alguien de hace 8.000 años.
Al parecer, a través de la datación de carbono, un antropólogo forense determinó que este cráneo era de un joven que vivió entre 5500 y 6000 a. C. Según dicho análisis, había una depresión en el cráneo que podía ser “trauma de fuerza contundente”, aunque esta no fue la causa de la muerte.
En cuanto a la ubicación del hallazgo, los investigadores sugieren que puede haberse colocado en un sitio de entierro a lo largo del borde del agua que se erosionó, o el cráneo podría haberse alejado en el río durante miles de años. Según ha explicado una profesora de antropología en Minnesota, Kathleen Blue, al New York Times:
El individuo era definitivamente un antepasado de una de las tribus que aún viven en el área. Probablemente no hay muchas personas en ese momento deambulando por Minnesota hace 8.000 años, porque … los glaciares solo se han retirado unos pocos miles de años antes de eso. Probablemente comieron una dieta de mejillones de agua dulce, plantas, ciervos, tortugas y peces, en cualquier caso, de ese período no sabemos mucho al respecto.
Entre otras cosas, es desconocido porque es realmente extraño que las tribus nativas americanas permitan que los huesos de sus antepasados se sometan a exámenes arqueológicos o se muestren, y es ilegal en Minnesota perturbar deliberadamente cementerios históricos, incluidos 12.000 entierros indígenas.
Sea como fuere, el hallazgo fortuito solo pudo producirse gracias a la sequía que se dio en Minnesota en 2021, la que para algunos fue la peor vista en 10-30 años. Por cierto, esta no es la primera vez que la sequía ha revelado cuerpos, este año se revelaron cadáveres humanos en el lago Mead de Nevada, y se espera que llegue más gracias al cambio climático. [IFLScience]