Poco tiempo atrás, una marca suiza de relojes decidió homenajear al circuito de carreras más difícil del mundo, incorporando parte de su asfalto original de más de 50 años en el fondo del cuadrante de una edición especial. Esa pista es Nürburgring, y en particular su versión más extensa, aquella en la que brillaron Juan Manuel Fangio en 1957, los Torino de la Misión Argentina en 1969, y también aquella en la que el gran Niki Lauda se quemó su rostro tras el incendio de su Ferrari en 1976.
Aquella fue la última vez que la Fórmula 1 corrió el Gran Premio de Alemania en ese mítico circuito llamado Nordschleife, y desde entonces, hasta que se construyó una versión corta y moderna de la pista que bordea al Monte Eifel, la cita anual de la F1 se corrió en otra pista muy especial: Hockenheim.
Nacida en 1932 con una versión mucho más extensa que la que el mundo conoció después de la Segunda Guerra Mundial, cuando tomó la forma de un óvalo que se internaba en los bosques hasta la famosa Ostkurve, un retome muy rápido que traía los autos en otra larga recta hacia los boxes nuevamente. En 1968, el gran Jim Clark perdió la vida en Hockenheim, corriendo una carrera de Fórmula 2, y desde entonces, la pista se hizo tristemente famosa como nunca antes.
Permanentemente, turistas de todo el mundo vistan el santuario de Clark, que debió ser relocalizado cuando en 2002 se acortó la pista, que ya no entra y sale de los bosques, sino que queda a mitad de camino. El lugar del accidente de Clark es ahora inaccesible por la forestación, de modo que debieron cambiarlo de lugar.
Pero Hockenheim es un templo para los amantes de la velocidad, al mismo nivel que los son Monza o Silverstone, y para festejar los 90 años de vida del circuito, Porsche ha decidido unir el pasado con el futuro, lanzando una edición especial de su primera berlina deportiva eléctrica, elaborando el Porsche Taycan GTS “Hockenheimring Edition”.
Se trata de un modelo personalizado para rendir tributo a esta pista, donde Porsche tiene además su Porsche Experience Centre de Hockenheim, una pista de pruebas especialmente diseñada para que los clientes de la marca, disfruten con total libertad y seguridad de sus modelos.
Mecánicamente, el Porsche Taycan GTS “Hockenheimring Edition” tiene los mismos dos motores y batería que el Taycan GTS de serie, capaces de entregar asociados unos 598 CV de potencia máxima, una batería de 93,4 kWh y una autonomía que se va hasta los 504 km.
La gran diferencia está en su estilo, color de pintura y, especialmente, los grabados únicos que hacen referencia a su característica de ser un auto tributo.
El color de todos los “Hockenheimring Edition” será el mismo, llamado gris Stone, y que, dependiendo de la luz, no parece una variante de gris sino de algún marrón mezclado con verde. Las llantas también utilizan ese color en algunos ribetes, combinándolo con aplicaciones en color bronce.
Las marcas que dan testimonio, sin embargo, son la prueba de su existencia. En los parantes centrales, una placa le da denominación especial, acompañada de un dibujo del circuito actual, y en el interior, un bordado sobre cuero en la tapa del apoyabrazos entre las butacas delanteras, escribe la totalidad del nombre del modelo exclusivo, mientras en los zócalos, al entrar al auto, trabajada en aluminio negro e iluminada, se repite la presencia del logo, que también se proyecta con iluminación en el piso al bajar del auto, y en el exclusivo llavero para abrir y dar arranque al vehículo.
El auto se venderá por ahora solo en algunos países de Europa, naturalmente en Alemania antes que en el resto del continente. Pero su precio es considerablemente más alto que el de un Taycan GTS eléctrico normal, 170.000 euros contra 132.000 del auto que ya se conoce y ve en las calles de toda Europa y EE.UU.