Los líderes del G7 participaron en una cumbre virtual, a la que se sumó el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, en la que afirmaron que el conflicto armado en ese país pone en riesgo la seguridad alimenticia mundial, por lo que prometieron ayuda para tratar de alivianar la crisis.
Según expresaron durante el encuentro realizado este 8 de mayo, junto a sus «socios a nivel mundial» intensificarán sus «esfuerzos para contrarrestar» los impactos «adversos y dañinos» de la operación rusa en Ucrania, que «está causando trastornos económicos mundiales, afectando la seguridad del suministro mundial de energía, fertilizantes y alimentos, y el funcionamiento de las cadenas de suministro mundiales en general».
Por eso, reclamaron a Moscú que ponga punto final al «bloqueo» y a las «demás actividades que obstaculizan aún más la producción y las exportaciones de alimentos de Ucrania», ya que de lo contrario considerarán que se trata de un «ataque a la alimentación del mundo». En ese sentido, los líderes del grupo anunciaron que intensificarán «los esfuerzos para ayudar a Kiev a seguir produciendo con vistas a la próxima temporada de cosecha, y exportando, incluso por rutas alternativas».
«Reiteramos que nuestros paquetes de sanciones están cuidadosamente dirigidos para no obstaculizar la prestación de asistencia humanitaria o el comercio de productos agrícolas y reafirmamos nuestro compromiso de evitar las restricciones a la exportación de alimentos que afectan a los más vulnerables», insistieron.
Además, manifestaron que, en apoyo al Grupo de Respuesta a las Crisis Mundiales de las Naciones Unidas, abordarán las «causas y consecuencias de este problema a través de una Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria». Por último, aseguraron que cooperarán con «socios y organizaciones internacionales más allá del G7» para «transformar los compromisos políticos en acciones concretas», por ejemplo, en países de África y del Mediterráneo.