A la hora de buscar bajar de peso, algunas personas recurren a saltarse las comidas. De esta manera evitan desayunar, almorzar, merendar o cenar. Incluso algunas se saltan más de una comida al día, pero esto tiene muchos efectos negativos.
En primer lugar hay que decir que este hábito puede retrasar la respuesta de la insulina ante la subida de los niveles de glucosa por estar en ayunas y contraer una diabetes. Por lo que es totalmente desaconsejable, ya ves.
Pero, yendo específicamente a lo estético, puede ser que incluso recuperes más kilos que los que tenías inicialmente, porque se altera el metabolismo e incluso porque terminas comiendo mayores cantidades en menos tiempo.
Lo ideal es aumentar la cantidad de comidas y reducir las porciones. Si pasas más de 3 horas sin comer, la insulina aumenta y crece la sensación de hambre, ralentizando el organismo y reservando las grasas, por lo que es mayor el efecto rebote.
Además, puedes sentir debilidad, mareos e incluso llegar a sufrir bajadas de tensión. La depresión es una consecuencia grave, al igual que la ansiedad.
Lo ideal es acudir a un nutricionista profesional que confeccione una dieta adecuada a los gustos, el estado de salud y la complexión de cada persona.