“Necesarias pero insuficientes”, también “incorrectas”. Así es como especialistas en el tema de la seguridad ciudadana definen las medidas adoptadas por el Gobierno como parte de su plan de reformar la Policía Nacional.
Son unas 14 medidas que implican mayor control de los agentes mediante el uso de cámaras de seguridad, pruebas de integridad, mayor formación, así como más garantías al ciudadano, con sistema de depuración no intrusiva y la sugerencia de que se ratifique la convención contra la tortura y tratos crueles.
Para Alejandro Dipré, exsubdirector de la Policía Nacional, la medida es necesaria pero insuficiente, pues advierte un vacío legal al ser el Ministerio de Interior y Policía el órgano que se encarga del diseño e implementación de esas políticas.
Su punto se basa en que este Ministerio carece de una ley orgánica y que la ley que lo creó data de 1844. “Se trata de un organismo inorgánico, que no tiene ley que le rija y, entonces, se estaría a la deriva en cuanto a eso”.
Dipré entiende que ese vacío legal impedirá que Interior y Policía pueda desempeñar con eficiencia su papel de regulador, pues no tendrá un cuerpo legal para poder proceder contra quien incumpla con las políticas.
Cuestiona, además, que el Ministerio ni sería responsable por faltas a las medidas adoptadas, recayendo toda la responsabilidad en los agentes, algo que al también general retirado de la Policía le parece injusto.
Pero para el presidente de la Sociedad Dominicana de Criminología, Wilfredo Mora, son incorrectas las medidas anunciadas la tarde del pasado jueves por el Comisionado para la Reforma Policial, José Vila del Castillo, junto al ministro de Interior y Policía, Jesús Vázquez en los salones del Palacio Nacional.
“Esas 14 medidas son incorrectas. El simple agente no sabe realizar su trabajo bajo esas orientaciones”. Sigue con que las orientaciones basadas en cámaras, monitoreo, líneas de apoyo, uso de ordenadores, ya fueron implementadas en el pasado sin que funcionaran.
Recuerda una ocasión en que se determinó dotar de computadores a las patrullas y que no llegó a funcionar.
Piensa que con “las acciones anunciadas se busca un cambio cultural del policía, al mismo tiempo se pretende que el policía de cuenta de sus acciones y no vivir cerrados, que se familiaricen con la tecnología, reconozca que las cámaras tienen el propósito de implementar técnicas de relación social y entender que la comunicación tecnológica es ahora la base de la planificación policial”.
Pero advierte que esas pretensiones es como tener a un policía dentro de otra policía, que no se corresponde con el organismo actual.
Mora entiende que si lo que se quiere es tener una solución a la crisis actual que vive la Policía, envuelta en cuestionamientos por la muerte de civiles luego de estar detenidos en sus cuarteles, la alternativa podría ser el dividir la labor preventiva de la investigativa.
“Son medidas que se desvanecen si no son parte del programa de formación policial, y eso solo puede funcionar a través de una Escuela de Policía”, dice.