El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este jueves la contratación de una auditoría que avale la «transparencia» de los comicios presidenciales, porque «quiere garantizar la elección» del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que lidera todos los sondeos electorales.
En tono irónico, el mandatario brasileño aseguró que, si el gran favorito para llegar a la Presidencia es Lula, la auditoría que se va a contratar garantizará la transparencia para declararlo vencedor.
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, cuenta con una intención de voto cercana al 45%, mientras que la del líder ultraderechista apenas alcanza el 30%.
«Lo normal en todo el mundo es que el jefe del Ejecutivo conspire para permanecer en el poder (…). Aquí es exactamente lo contrario. Ya que los sondeos dicen que Lula tiene el 40% (de los votos), Lula va a ganar, entonces quiero garantizar la elección del Lula con ese proceso», aseguró el líder ultraderechista en la transmisión en vivo que realiza semanalmente por las redes sociales.
De acuerdo con Bolsonaro, el Partido Liberal, formación a la que pertenece, va a contratar una firma de «renombre mundial» para que realice una auditoría previa a los comicios para tener unas elecciones «libres de cualquier sospecha».
«Está garantizado por ley que un partido pueda contratar una empresa para hacer auditoría (electoral)», dijo.
El anuncio del mandatario se entendió como un nuevo ataque al Tribunal Superior Electoral (TSE), al que desde el año pasado viene criticando fuerte y reiteradamente por defender el sistema electrónico de votación, que se utiliza en el país desde 1996, un mecanismo que el líder ultraderechista ha calificado de «fraudulento», sin evidencia alguna.
El jefe de Estado está moviendo cielo y tierra para quitarle credibilidad al sistema electrónico de votación -calificado de «inexpugnable» por el máximo tribunal electoral-, y hasta ha llegado a sugerir que las Fuerzas Armadas deberían crear un sistema de conteo paralelo.
Esa sugerencia le ha costado caro a Bolsonaro, quien ha sido fuertemente criticado y hasta acusado de querer «sabotear» las elecciones por «arrojar dudas infundadas sobre el sistema electoral y proponer un sistema de conteo alternativo bajo su control», como advirtió hace una semana la ONG internacional Human Right Watch.
El tema llegó a traspasar fronteras, según una reconocida agencia internacional de noticias que aseguró que William Burns, director de la Agencia estadounidense de Inteligencia (CIA), había dicho a funcionarios brasileños con los que se reunió en los últimos días, que Bolsonaro debería dejar de cuestionar la integridad de las elecciones en Brasil.
El asunto fue desmentido este jueves por el general Augusto Heleno Riveiro, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia, uno de los más cercanos colaboradores de Bolsonaro, y quien lo acompañó este jueves durante la transmisión.
«Esa conversación sobre elecciones ¡jamás sucedió!, no sé de dónde salió ese tema (…) es una noticia falsa», enfatizó el general.