Los dirigentes de ambas Coreas intercambiaron cartas expresando esperanza para unas mejores relaciones bilaterales, las cuales se vinieron abajo en los últimos tres años en medio de un estancamiento en las negociaciones nucleares y el acelerado desarrollo de armas por parte de Corea del Norte.
Los medios de comunicación estatales norcoreanos dijeron el viernes que el líder Kim Jong Un recibió el miércoles una misiva personal del presidente saliente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y respondió el jueves con su propia carta en la que elogió las gestiones de Moon por alcanzar la paz durante su mandato.
La Agencia Central de Noticias de Corea informó que el intercambio de cartas mostraba la “profunda confianza” entre ambos. La oficina de Moon también confirmó que intercambió cartas con Kim, pero no especificó inmediatamente qué se dijo.
Las tensiones en la península de Corea se han incrementado desde una serie de pruebas norcoreanas de armamento este año, incluyendo su primera prueba de vuelo de un misil balístico intercontinental desde 2017 en marzo, reavivando una política nuclear arriesgada encaminada a obligar a Estados Unidos a considerar a Pyongyang una potencia nuclear y a retirarle las duras sanciones que le impuso.
Las fuerzas armadas surcoreanas también han detectado indicios de que Corea del Norte está reconstruyendo túneles en un campo de pruebas nucleares, el cual desmanteló parcialmente semanas antes de la primera reunión de Kim con el entonces presidente estadounidense Donald Trump en junio de 2018, un posible indicador de que el país se está preparando para reanudar las pruebas atómicas.
Moon se reunió con Kim tres veces en 2018 y cabildeó mucho para ayudar a organizar las reuniones de Kim con Trump. Pero la diplomacia nunca se recuperó del fracaso de la segunda reunión entre Kim y Trump en 2019 en Vietnam, en la que los estadounidenses rechazaron las exigencias de Corea del Norte de que Washington concediera un importante alivio a las sanciones a cambio del desmantelamiento de una instalación nuclear envejecida, lo que habría sido equivalente a una rendición parcial de sus capacidades nucleares.
Desde entonces, Kim se ha comprometido a reforzar su armamento atómico como elemento de disuasión para contrarrestar la presión “gansteril” de Estados Unidos, y ha acelerado su desarrollo armamentístico a pesar de contar con recursos limitados y enfrentar dificultades debido a la pandemia de coronavirus.
Corea del Norte también puso fin a toda cooperación con el gobierno de Moon, al tiempo que expresó su enfado por los ejercicios militares entre Estados Unidos y Corea del Sur y la incapacidad de Seúl para obtener concesiones de Washington en favor de Pyongyang.
La agencia de noticias norcoreana señaló que Moon, cuyo mandato acaba el próximo mes, dijo en su carta a Kim que continuará respaldando las gestiones para la reunificación coreana sobre la base de sus declaraciones conjuntas por la paz en la península emitidas después de sus reuniones en 2018.