Los Heat arrancaron su andadura en estos playoffs dando un contundente golpe sobre la mesa. El cuadro de Eric Spoelstra se llevó por 115-91 el primer partido de su serie ante unos Hawks que no fueron rival en ningún momento y que, quizás algo menos frescos tras sus dos choques de play-in, cayeron sin apenas oponer resistencia. Sea por lo que sea, Miami dejó claro con esta puesta en escena que su primer puesto del Este no ha sido casual, y que están llamados a ser un verdadero escollo para cualquiera que se les cruce delante.
Los de Florida brillaron especialmente en su trabajo defensivo, triturando cualquier ataque de Atlanta y planteando un partido incomodísimo para sus principales figuras. Trae Young fue sin duda quien más lo sufrió, pues se encontró con todo un arsenal de defensas pensadas para complicarle la vida que fueron desde la presión agresiva a pista completa hasta continuos dos contra uno que trataban de obligarle a soltar el balón. El nivel de exigencia física de los Heat sobre él fue inmenso, lo que le forzó uno de los peores partidos de su carrera y colapsó por completo la ofensiva visitante.
Trae no pudo pasar de los 8 puntos tras firmar un 1/12 en tiros de campo, datos que hablan a la perfección del trabajo defensivo de Spoelstra y los suyos. Con su estrella totalmente maniatada, Atlanta no fue capaz seguir el ritmo anotador de los locales en ningún momento, y no pudo hacer nada para evitar que la distancia fue creciendo con el paso de los minutos. Danilo Gallinari y De’Andre Hunter, con 17 y 14 tantos, fueron los máximos anotadores de los de Georgia, pero sus números fueron demasiado discretos como para revertir la dinámica del choque.
En el otro aro, por contra, los Heat sí encontraron jugadores capaces de sumar de forma recurrente, pero ninguno de ellos lo hizo con tanta efectividad como Duncan Robinson. El escolta no solo terminó como máximo anotador del choque con sus 27 puntos, sino que alcanzó dicha cifra con un excelso 9/10 en el tiro, un porcentaje de acierto aún más demoledor teniendo en cuenta que nueve de dichos lanzamientos fueron de tres puntos.
De hecho, el 8/9 que Robinson firmó desde el perímetro le hizo entrar en los libros de historia de los Heat, pues se convirtió en el jugador que más triples ha anotado en un partido de playoffs con la camiseta de Miami. Para ello, superó el récord que él mismo compartía con Damon Jones y Mike Miller, que anotaron 7 triples en los playoffs de 2005 y 2012 respectivamente, mientras que Duncan había alcanzado dicha cifra en tres ocasiones entre las postemporadas de 2020 y 2021.
«Esta es una gran forma de arrancar los playoffs y de asestar el primer golpe» aseguró el escolta. «Sin embargo, visto con perspectiva, solo hemos ganado un partido».
Jimmy Butler, con 21 tantos, fue el segundo de los suyos en anotación, mientras que P.J. Tucker, además de ser una pesadilla en defensa, estuvo acertado en sus tiros desde las esquinas para irse hasta los 16 puntos con un 4/4 en triples. Fue sin duda un inicio rodado para los Heat, que sin embargo, como señala Robinson, solo mandan por 1-0 y tendrán que reafirmar esta superioridad en el Game 2 para empezar a encarrilar de verdad la eliminatoria.