Tras unas semanas complicadas que pusieron en riesgo su tercer puesto del Oeste, los Warriors parecen haber recuperado ritmo de victorias. Los de Kerr se han hecho con su segundo triunfo consecutivo imponiéndose en Sacramento por 90-109, aprovechando las ausencias de Domantas Sabonis y De’Aaron Fox para vencer sin complicaciones. Este resultado permite además confirmar la eliminación de los Kings de los puestos de play-in, aunque lo cierto es que hace ya muchas semanas que parecían descartados para esa lucha.
Golden State se hizo con el control del duelo desde muy temprano, y salvo por un pequeño amago de remontada en el último cuarto nunca vio en problemas su ventaja. Los visitantes llegaron a ganar por hasta 26 puntos de diferencia, e incluso cuando los Kings redujeron la distancia por debajo de los dobles dígitos fueron capaces de reaccionar para aplacar cualquier esperanza local. Los Warriors se hicieron así con un triunfo plácido, y consiguieron alcanzar las 50 victorias por primera vez desde la salida de Durant.
Andrew Wiggins, con 25 tantos, fue el máximo anotador del cuadro de San Francisco, aunque estuvo seguido de cerca por hombres como Jordan Poole, que terminó con 22, o Nemanja Bjelica, que alcanzó los 19. El serbio fue una de las sorpresas positivas positivas del partido, pues además de por su anotación destacó por capturar 12 rebotes y repartir 6 asistencias, terminando como el más destacado de la segunda unidad. También brilló desde el banquillo Jonathan Kuminga, que sumó 17 puntos y volvió a dejar grandes sensaciones y algún que otro highlight.
Menos hombres rindieron bien en los Kings, cuya eliminación matemática de los playoffs supone un nuevo récord en la historia de la liga. Con esta, ya son 16 las temporadas consecutivas que el equipo se quedará sin disputar la postemporada, una racha que ninguna otra franquicia en la historia había vivido. Si bien otras temporadas la competencia en el Oeste era tan feroz que resultaba difícil echarles algo en cara, haber quedado tan lejos en un año como este es algo que simplemente no tiene defensa.
Harrison Barnes, con un doble-doble 18 tantos y 10 rebotes, fue el mejor de los suyos, pero lo cierto es que ninguno de los hombres que pasó por el parqué fue en realidad digno de mención. A los de Gentry no les queda ya sino esperar a que la temporada finalice para poder empezar a confiar en que a la 17ª vaya la vencida.