Lo venimos diciendo desde hace tiempo: los Detroit Pistons perderán muchos partidos, pero no los regalan. Anoche, visitando a los Nets en el Barclays Center, no dieron su brazo a torcer hasta los instantes finales de la mano de Cade Cunningham, cuyo final de campaña está siendo excelente.
El base firmó contra Brooklyn 34 puntos, 6 asistencias y 2 robos, una actuación que deja claro que el novato es mucho mejor jugador que en octubre o noviembre, cuando se le criticó sin cuartel por sus errático rendimiento. Tal fase está más que olvidada. Ahora es un chico que se echa el equipo a las espaldas y que hace vislumbrar un futuro brillante por Michigan.
«Sé que su récord no es bueno, pero siguen teniendo profesionales sobre la cancha. Convirtieron algunos tiros al principio del partido y ganaron confianza como equipo. Esta fue una buena prueba para nosotros», comenta Kevin Durant, quien tuvo que esforzarse para evitar que Detroit diese la sorpresa.
La estrella de los neoyorquinos estuvo 39 minutos en pista para irse hasta los 41 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones. Además, estuvo excelente en el lanzamiento con un 14 de 23 en tiros de campo (4 de 6 en triples). Los Nets necesitaron su mejor versión, y es que no decantaron la balanza a su favor hasta los últimos minutos.
Para ser exactos, a falta de cinco minutos el electrónico reflejaba empate a 108. Fue ahí cuando un parcial de 7-0 a favor de los locales les otorgó una pequeña renta que sabrían manejar hasta que sonase la bocina. También colaboró en que la victoria no se escapase Kyrie Irving, quien finalizó con 24 tantos. El base cree que deben trabajar más en el aspecto defensivo para evitar disgustos inesperados.
«Vamos a tener que convertir en elemento básico de nuestro juego el trabajo defensivo. Si estamos yendo y viniendo como si fuese únicamente un concurso de tiro, obviamente seguirá el partido abierto, lo que puede hacer que finalmente seamos nosotros los que cometamos errores», expresa Irving.