Un juez de primera instancia aprobó la extradición a EE.UU. del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), acusado por delitos de narcotráfico. La defensa de Hernández tiene tres días para apelar la decisión ante la Corte Suprema de Justicia y hacer uso de la garantía de segunda instancia.
Durante la segunda audiencia celebrada en la sede de Corte Suprema de Justicia, se realizó la presentación y evacuación de las pruebas notificadas por la Corte del Distrito Sur de Nueva York para sustentar la acusación contra Hernández, que incluyeron la declaración de un fiscal y de un agente de la Agencia Antidrogas (DEA) de EE.UU.
En el transcurso de la jornada, la defensa de Hernández señaló en un comunicado de prensa que el Gobierno estadounidense «no remitió ninguna prueba fehaciente y suficiente» que involucre al exmandatario en actividades de narcotráfico, como lo exige el tratado de extradición entre EE.UU. y Honduras.
El exmandatario fue arrestado el pasado 15 de febrero en su domicilio en Tegucigalpa, siendo trasladado después a las instalaciones de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional. Al día siguiente, el juez Ortez dictó contra él prisión preventiva en función de lo establecido en el procedimiento de extradición. Tras el fallo de este miércoles, el expresidente hondureño seguirá en detención provisional en el Comando de Operaciones Especiales (Fuerte Cobra).
El Gobierno estadounidense acusa a Hernández de tres presuntos delitos: conspiración para importar una sustancia controlada a EE.UU. desde un lugar fuera del mismo, que incluye la fabricación, posesión y distribución de la droga; uso y porte de armas de fuego o ayudar e instigar a su uso, como ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo para el tráfico de los narcóticos; así como otro más relacionado con el porte de armamento.