El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán ha denunciado que este lunes 13 aviones chinos operaron sobre su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ, por sus siglas en inglés), en un un área situada al noreste de las islas Pescadores, según un comunicado publicado en su página web.
Concretamente, un avión de guerra electrónica Y-8 EW, cinco aviones de combate J-16 y siete cazas J-10 del Ejército Popular de Liberación de China sobrevolaron el suroeste de la ADIZ de la isla asiática, por lo que Taipéi asignó aviones para la patrulla aérea de combate taiwanesa, emitió alertas de radio y desplegó sistemas de misiles de defensa aérea para monitorear dichas actividades chinas.
De acuerdo con Reuters, el despliegue sucedió horas después de que la Fuerza Aérea de Taiwán dejara en tierra su flota de aviones de combate Mirage 2000 tras un accidente ocurrido durante un entrenamiento, en el que una de las aeronaves se estrelló. No obstante, sus otros aviones permanecen activos, incluidos los F-16.
¿Qué está pasando?
El caza de fabricación francesa, que había despegado de la base aérea de Chihhang, en Taitung, informó que tenía que regresar por un problema técnico. Poco después, el piloto saltó de la aeronave y cayó sobre el mar, donde fue rescatado con vida.
Este tipo de misiones se han vuelto regulares en los dos últimos años. De hecho, el pasado 23 de enero 39 aviones chinos realizaron una incursión en el estrecho de Taiwán. Desde entonces, Pekín ha llevado a cabo algunos vuelos esporádicos con muchas menos aeronaves.
Por ello, Taiwán se encuentra actualmente en un estado de alerta elevado debido a los temores de que China pueda ocupar la isla, si bien Taipéi no ha informado acerca de ningún movimiento inusual por parte del Ejército chino.
Punto de conflicto militar
Según la agencia británica, China, que reclama la isla como propia, nunca ha renunciado al uso de la fuerza para recuperar el control de la región insular, por lo que el estrecho de Taiwán sigue siendo un punto de conflicto militar potencialmente peligroso.
El jueves de la semana pasada, el portavoz del Ministerio de Defensa Nacional chino, Tan Kefei, aseguró que «la cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China que no admite interferencias externas» y «cualquiera que cause problemas» sobre esta cuestión «sufrirá las peores consecuencias al final».
Cinco días después, Yang Jiechi, miembro del Politburó y director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del PCC advirtió que cualquier intento de aprobar y apoyar a las fuerzas separatistas de la «independencia de Taiwán» y de jugar «la carta de Taiwán» para «utilizar a Taiwán para controlar a China» nunca tendrá éxito.