Reino Unido ha instado este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU a Rusia a rendir “cuentas por sus acciones” y ha asegurado que investigará las “violaciones de Derecho Internacional” perpetradas por Rusia.
“Haremos que Rusia rinda cuentas por sus acciones e investigaremos a fondo las denuncias de crímenes de guerra y violaciones del Derecho Internacional”, ha señalado la embajadora británica ante Naciones Unidas, Barbara Woodward, en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación humanitaria en Ucrania.
Tras recordar que la crisis humanitaria en Ucrania ya ha dejado más de 1,7 millones de refugiados y que la ONU espera que esto aumente a 4 millones en las próximas semanas, Woodward ha enfatizado que “lo que el pueblo ucraniano realmente necesita es el fin de esta invasión”.
Así, ha hecho hincapié en que “Rusia termine su guerra antes de que traiga aún más tragedia a Ucrania, y aún más vergüenza para su propia nación”.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha anunciado este lunes una ayuda adicional de 130 millones de dólares (119 millones de euros), lo que eleva el apoyo total del Reino Unido a Ucrania a 520 millones de dólares (cerca de 478 millones de euros).
“Esto tiene como objetivo ayudar a los ucranianos que lo necesitan y ayudar a los países vecinos a recibir refugiados”, ha sentenciado Woodward.
Asimismo, la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, ha asegurado ante el Consejo de Seguridad que el presidente ruso, Vladimir Putin, tiene un plan para “destruir y aterrorizar” a Ucrania y ha asegurado que el mundo tiene que estar preparado para “un camino muy largo y muy difícil”.
“Hemos visto imágenes de ancianos huyendo, una mujer muerta en su silla de ruedas, niños muriendo en los brazos de sus madres y una mujer que es llevada desangrada al hospital. Estas son las imágenes que vemos a diario de lo que sucede sobre el terreno en Ucrania”, ha detallado Thomas-Greenfield.
En este sentido, ha denunciado que “la guerra del presidente Putin contra Ucrania está aumentando” el coste humanitario, especialmente para los niños pequeños, que “han quedado gravemente traumatizados por la violencia y la destrucción”.
“Si algo nos han enseñado las últimas dos semanas es que el pueblo ucraniano no se va a rendir. Y muchos rusos mismos, incluidos muchos soldados rusos, no quieren esta guerra. Desafortunadamente, Putin no parece estar escuchando”, ha dicho, agregando que es necesario un “compromiso firme, claro, público e inequívoco de Rusia para permitir y facilitar el acceso humanitario inmediato y sin trabas”.