Ucrania exige un alto el fuego y la retirada rusa al inicio de las negociaciones

La delegación ucraniana llegó el lunes por la mañana a bordo de un helicóptero militar al lugar de las negociaciones con Rusia en Bielorrusia, en la región fronteriza de Gomel, para exigir un alto el fuego «inmediato» y la retirada de las tropas rusas, anunció la presidencia ucraniana.

«La delegación ucraniana ha llegado a la zona fronteriza entre Ucrania y Bielorrusia para participar en las negociaciones», dijo la presidencia en un comunicado. «La cuestión clave es un alto el fuego inmediato y la retirada de las tropas del territorio ucraniano», dijo.

La delegación ucraniana, que llegó ataviada de verde militar, incluye al ministro de Defensa, Oleksii Réznikov, al líder de la fracción del partido oficial «El Siervo del Pueblo», David Arakhamia, el asesor presidencial Mykhailo Podoliak, Asesor del Jefe de la Oficina Presidencial, el jefe adjunto de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto Trilateral para la paz en el Donbás, Andriy Kostin, el diputado Rustem Umerov y el diplomático Mykola Tochytsky.

En el quinto día de su ofensiva, Moscú dijo que tiene la intención de llegar a «un acuerdo» con Kíev durante las conversaciones del lunes, mientras que su ofensiva parece encontrar más resistencia de la esperada.

«Cada hora que se prolonga el conflicto, mueren ciudadanos y soldados ucranianos. Acordamos llegar a un acuerdo, pero debe ser en interés de ambas partes», dijo a la televisión el negociador ruso y asesor del Kremlin, Vladimir Medinsky.

A diferencia de los negociadores ucranianos, el Kremlin no tiene la intención de revelar su posición antes de las negociaciones, dijo el lunes el portavoz del gobierno, Dimitri Peskov. «No voy a anunciar las posiciones que tenemos. Las negociaciones deben hacerse en silencio», dijo. “Dejemos que los negociadores se instalen”, agregó.

Las conversaciones se llevan a cabo en una de las residencias del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, en la región de Gomel.

«En Bielorrusia está todo listo para acoger las negociaciones ruso-ucranianas. Esperando a las delegaciones», escribió la diplomacia bielorrusa en un tuit con una fotografía de la sede de la reunión, provista de una larga mesa y de las banderas de los tres países.

Los responsables ucranianos accedieron finalmente a viajar a Bielorrusia, aunque no a Minsk como había propuesto inicialmente Rusia, dado que considera que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, no es neutral al haber acogido a más de 30.000 soldados rusos y equipamiento militar para unos ejercicios conjuntos que han servido a Moscú para cruzar la frontera sur de ese país para atacar a Ucrania.

Además, Lukashenko se declaró dispuesto a viajar a Crimea, anexionada por el Kremlin en 2014.

Fue en Minsk donde se firmaron los Acuerdos de Paz para el Donbás en 2015, pactos que por la guerra se han quedado en papel mojado y que, en opinión de Moscú, en ocho años no se han implementado por parte de Kiev.

Ucrania aceptó empezar negociaciones sin expectativas de un resultado, aunque según dijo el Gobierno, logró que se hicieran éstas «sin condiciones», después de que el Kremlin le exigiera deponer antes las armas, siempre según la versión de Kiev.