Santiago de Chile Los gremios de estudiantes, docentes, de salud y ciudadanos llamados se volvieron el lunes a protestar en las calles de Chile para pedir derechos básicos garantizados mientras el Gobierno analiza en las oficinas las posibilidades de cambiar o reformar la Constitución.
Las manifestaciones se replicaron desde la mañana hasta el ocaso en varias ciudades del país del sur para exigir una educación pública gratuita, mejoras en el sistema de salud o reformas en el sistema de pensiones, requisitos compartidos por la gran mayoría de los ciudadanos del país del sur.
La calle fue una vez más el lugar para expresar críticas a un sistema desigual, como sucedió en los últimos 24 días, en los que 20 personas han muerto desde que comenzaron las protestas en Chile.
Paralelamente, el debate político se centra ahora en la apertura del Gobierno para abrir un proceso constitucional para elaborar una nueva Carta de Marga, sobre cómo emprenderla y qué papel desempeñaría la ciudadanía.
Todo esto, a las puertas de una huelga general convocada para este martes que amenaza con paralizar a un país que ha sido afectado por el brote social contra la desigualdad durante más de tres semanas.
La Constitución
El gobierno chileno abrió la puerta a la elaboración de una nueva Constitución, una tarea que corresponde al Congreso pero que tendrá "con una amplia participación ciudadana", aunque desde el Ejecutivo reconocen que no tienen una idea clara de cómo le dará un papel activo a las personas.
La participación ciudadana se considera trascendental, dado el contexto actual de protestas y teniendo en cuenta que uno de los grandes reclamos en las calles es la apertura de una Asamblea Constituyente.