"Es mi obligación como presidente indígena y de todos los bolivianos garantizar la paz social", el presidente boliviano comenzó su mensaje de renuncia. "Renuncio para que [Carlos] Mesa y [Luis Fernando] Camacho no continúa maltratando a los familiares de nuestros colegas, no continúa atacando a los ministros y diputados, para que dejen de maltratar a los más humildes ”, dijo Morales. “La pelea no termina aquí. Los humildes, los patriotas, seguiremos luchando por la igualdad y la paz. Espero que hayas entendido mi mensaje; Mesa y Camacho, no dañen a los pobres, no dañen a la gente. Queremos que vuelva la paz social. Grupos oligárquicos conspiraron contra la democracia. Fue un golpe cívico y policial. Me duele mucho lo que ha sucedido ”, dijo.
Después de la renuncia, elementos no identificados pero acusados de ser seguidores del ex presidente protagonizaron varios actos de vandalismo en El Alto y en algunos barrios de La Paz, atacaron tiendas, fábricas y provocaron un gran incendio en un garaje de autobuses en la capital. Un grupo de hombres encapuchados también tomó la embajada de Venezuela en Bolivia, según la agencia France Presse. La mafia ha aprovechado la ausencia de la Policía, que se unió a las manifestaciones contra el Gobierno desde el viernes.
La atmósfera de caos y falta de control ha sido denunciada por Evo Morales en sus redes sociales. "Denuncio al mundo y al pueblo boliviano que un oficial de policía anunció públicamente que tiene instrucciones de ejecutar una orden de arresto ilegal contra mí; asimismo, grupos violentos asaltaron mi casa. Los golpistas destruyen el estado de derecho". El presidente escribió. Esta información ha sido negada por Vladimir Yuri Calderón, comandante nacional de la policía, quien ha dicho que la orden de arresto no existe y que se desconoce el paradero del ex presidente.
Horas antes, al presentar su renuncia, el vicepresidente, Álvaro García Linera, relató los logros económicos y sociales del Gobierno durante casi 14 años de mandato. “Hemos criado a Bolivia. El 20 de octubre, casi la mitad de los bolivianos votaron por nosotros. Fuerzas extrañas y oscuras, desde ese momento, comenzaron a conspirar. Instituciones quemadas y sedes sindicales. Formaron pandillas paramilitares para intimidar a los campesinos, amenazaron a nuestros socios. Fue un golpe de estado. Yo también renuncié. Siempre he sido fiel al presidente, estoy orgulloso de haber sido vicepresidente de un indígena y lo acompañaré en los buenos y en los malos tiempos ", dijo el político.
La oposición, liderada por el candidato y ex presidente Carlos Mesa, quería que Morales y García Linera se abstengan de participar en las nuevas elecciones, así como un acuerdo plural para elegir un Tribunal Electoral creíble. Los responsables de las protestas que están convulsionando al país consideraron que la renovación del cuerpo electoral fue insuficiente y pidieron renovar todos los poderes del Estado y crear una "junta de gobierno" transitoria, elegida por el pueblo rebelde, para hacerse cargo de la Nuevas elecciones. El líder de las protestas, Luis Fernando. Camacho, preguntó el domingo, luego de la renuncia del presidente, la formación de una "junta de gobierno" con el alto mando militar y policial.
El presidente boliviano ya había cedido a la presión el domingo y había anunciado nuevas elecciones, después de 18 días de protestas pidiendo la anulación de las elecciones del 20 de octubre en las que fue reelegido. Todo despues la Organización de los Estados Americanos (OEA) hizo pública una auditoría del proceso electoral en el que se aseguró que no se siguieran los procedimientos adecuados y que hubiera irregularidades "contundentes", por lo que exigió su anulación. Siguiendo la recomendación de la OEA, Morales anunció, en un mensaje televisado al amanecer, su intención de "renovar a todos los miembros del Tribunal Supremo Electoral". El presidente insistió en que con su decisión persiguió "reducir todas las tensiones" y "pacificar a Bolivia". Sin aparente éxito. La Fiscalía General de la Nación anunció este domingo una investigación contra los miembros del Tribunal Electoral sospechosos de irregularidades. La presidenta de la organización, María Eugenia Choque Quispe, presentó su renuncia. seguido de inmediato.
El jaque mate fue dado por los policías, que se amotinaron hace dos días y dejaron de actuar en las protestas para resolver viejas cuentas pendientes con el Gobierno, que durante su administración se inclinó a favor de los militares, con quienes la Policía tiene una rivalidad histórica. Un factor clave para decantar la situación a favor de los manifestantes. Durante su mandato, Morales eliminó algunos poderes de la institución policial, como la administración del sistema de identificación, y prefirió confiar en las Fuerzas Armadas que, sin embargo, no querían defenderlo en esta crisis.
A partir de ahí, el gobierno comenzó a caer en el dominó y los altos funcionarios del partido gobernante renunciaron a sus cargos masivos, empujados por las amenazas en las redes sociales y los ataques a sus hogares. El ministro de Minería, César Navarro, colaborador cercano del presidente, renunció el domingo después de que una mafia quemara su casa en Potosí, que en ese momento era la ciudad más radicalizada contra Morales. Lo mismo sucedió con el potosino Víctor Borda, presidente de la Cámara de Diputados, quien, con su renuncia, dijo que quiere proteger a su hermano que está detenido por los manifestantes. El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, también anunció su renuncia el domingo a través de un mensaje en Twitter. Ante ellos, diplomáticos, gobernadores, alcaldes, diputados y otros altos funcionarios del Estado habían renunciado.
Informe de la OEA
Lo cierto es que el informe de la OEA, aunque preliminar, incluye numerosas irregularidades. Entre otras cosas, en el sistema de transmisión de resultados, que sufrió un apagón cuando anticipó una segunda vuelta electoral entre el presidente del país y su rival Mesa. Después del apagón, el conde le otorgó una clara ventaja a Morales. Según el análisis de la OEA, los datos se remitieron a un servidor externo no planificado. También observó irregularidades en el recuento.
Morales, quien no mencionó el informe de la OEA en su primera aparición para anunciar el llamado a elecciones, dijo más tarde, en una entrevista con Radio Panamericana, que el informe era más "político" que técnico, en busca de dar una solución política. al país. "Nunca he pedido ayuda", dijo, sobre la posibilidad de que el Tribunal Electoral haya cometido fraude a petición suya.