Nunca se había quitado la falta. A punto de cumplir 94 años, Minnie Mouse va a vestir por primera vez un traje pantalón. Lo ha conseguido la diseñadora británica Stella McCartney, que ha creado el primer traje para este personaje, con motivo de la conmemoración del trigésimo aniversario de Disneyland París. Se trata de una versión que reinventa los míticos lunares de Minnie en forma de esmoquin azul y negro elaborado con tejidos sostenibles.
«Minnie siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón. Compartimos los mismos valores. Lo que me encanta de ella es que encarna la felicidad, la libre expresión, la autenticidad… y con ello inspira a personas de todas las edades en todo el mundo», ha dicho la británica sobre la experiencia de poder reinventar el armario de la roedora.
En un mundo donde la apariencia de estos iconos culturales y su relación con el progreso social se discute sin cesar, se ha optado por una renovación funcional y adaptada a los tiempos que corren. Después de todo, los hombres dejaron de ser los únicos en llevar pantalones en 1911, cuando Paul Poiret los lanzó al mercado para las mujeres. Coco Chanel los popularizó en los años treinta, dos años después de que naciese Minnie, y hasta Marlene Dietrich, otro icono de la cultura, luchó para que se normalizase su uso más allá del armario masculino en aquella época. Nonagenaria ya, Minnie podrá ponerse pantalones.
Con todo, no es la primera vez que se cambia el armario de Minnie Mouse. Hace unos años, Alber Elbaz reinventó su vestido para los grandes almacenes Barneys, y surgió una airada polémica porque para hacerlo, la adelgazó y la convirtió en una figura filiforme. «La Minnie Mouse estándar no queda bien en un vestido de Lanvin”, argumentó a Women Wears Daily el director creativo de Barneys, David Freedman, cuando presentó la colección de Disney imaginada por grandes figuras del diseño. Una afirmación que propició el movimiento Leave Minnie Alone (Dejad a Minnie tranquila) a través de la plataforma change.org para reivindicar la figura de Minnie sin adelgazar.