El Parlamento de Francia aprobó este martes por unanimidad una ley que prohíbe las llamadas terapias de conversión para personas LGBT+ y contempla penas de cárcel y multas para aquellos que las impartan.
La diputada Laurence Vanceunebrock manifestó, citada por AP, que la nueva legislación apunta a «todos aquellos que equiparan una identidad u orientación sexual con una enfermedad». «No hay nada que curar», agregó.
Según la ley, los esfuerzos sostenidos «que tengan como objetivo modificar o reprender la orientación sexual o la identidad de género» y que afecten la salud física o mental de las víctimas se castigarán con hasta dos años de cárcel y 34.000 dólares en multas. La pena puede aumentar a tres años de reclusión y sanciones económicas de 50.000 dólares por tentativas que involucren a menores u otras personas vulnerables.