Jim Green, un jefe científico jubilado de la NASA, asegura que es posible proteger tanto a Marte como a Venus del Sol con un escudo magnético gigante que permitiría a los humanos explorarlo sin trajes espaciales. Las afirmaciones se realizaron en una entrevista con The New York Times publicada este domingo.
Se trata del proceso de la terraformación, destinado a crear condiciones aptas para los humanos, con la temperatura y atmósfera adecuadas y agua líquida.
Green aseguró que actualmente está trabajando en este proyecto. «Hay varios escenarios sobre cómo hacer el escudo magnético. Estoy intentando sacar un artículo en el que llevo trabajando unos dos años», indicó, agregando que este estudio «no va a ser bien recibido», ya que «a la comunidad planetaria no le gusta la idea de terraformar nada».
El científico explicó que un gigantesco escudo magnético entre el planeta y el Sol impediría que este despojara su atmósfera, permitiendo al planeta atrapar más calor y calentar su clima para hacerlo habitable. «Marte va a empezar a terraformarse a sí mismo», señaló.
Cuando este escudo es colocado entre el planeta y el Sol, el dióxido de carbono sobre el casquete polar se sublimaría, volviendo a la atmósfera y potenciando el efecto invernadero. Esto también liberaría el agua oculta bajo la superficie, permitiendo que una séptima parte del antiguo océano regrese.
Según el excientífico de la NASA, las personas podrían tener «más flexibilidad y movilidad» si pudieran estar en Marte sin trajes espaciales. Asimismo, se podría «iniciar el proceso de cultivo de las plantas en los suelos», añadió.
Actualmente, se está trabajando en la terraformación de Marte, pero el mismo principio también podría aplicarse para hacer habitable a Venus, destacó Greene.
Anteriormente, se publicó un estudio en el que un grupo internacional de científicos propuso un revolucionario plan para crear un campo magnético artificial en Marte que sea compatible con la vida humana. El equipo sugiere ionizar partículas de la superficie del satélite de Marte Fobos y luego acelerarlas para que creen un toro de plasma a lo largo de su órbita, lo que crearía un campo magnético lo suficientemente fuerte alrededor del planeta rojo.